Guión- Philip Dunne
de la novela "The ghost and Mrs. Muir" (1945) de R.A. Dick (pseudónimo de Josephine A.C. Leslie)
Productor- Fred Kohlmar
Una producción 20th Century - Fox
Director de fotografía- Charles
Lang Jr. (Blanco & negro)
Montaje- Dorothy
Spencer
Música compuesta, orquestada &
dirigida por Bernard Herrmann
Ayudante de dirección (Sin
acreditar)- F.E. 'Johnny' Johnston
Supervisor del departamento de maquillaje de la Fox- Ben
Nye
Sonido directo- Bernard Freericks
Mezcla de post-producción- Roger
Heman
Director artístico- George W. Davis / Supervisor- Richard
Day
Ambientador
de decorados- Stuart A. Reiss / Supervisor- Thomas
Little
Diseñador del vestuario de Gene
Tierney- Oleg Cassini
Diseñadora de vestuario- Eleanor Behm
Supervisor del departamento de vestuario de la Fox- Charles LeMaire
Supervisor del departamento de efectos fotográficos de
Gene Tierney ( Lucy Muir )
Rex Harrison ( Capitán Daniel Gregg )
Edna Best ( Martha Huggins, la cocinera )
George Sanders ( Miles Fairley )
Natalie Wood ( Anna Muir de niña )
Vanessa Brown ( Anna Muir de joven )
POR ORDEN DE APARICIÓN
Isobel Elsom ( Angelica Muir, la suegra de Lucy )
Victoria Horne ( Eva Muir, la cuñada de Lucy )
Robert Coote ( Mr. Coombe, el agente inmobiliario )
Buster Slaven ( el oficinista de Mr. Sproule )
Whitford Kane ( Mr. Sproule, el editor )
Helen Freeman ( la escritora que se enfada por la espera )
Stuart Holmes ( el hombre del tren )
David Thursby ( Mr. Scroggins )
Heather Wilde ( la criada de los Fairley )
Anna Lee ( la esposa de Miles )
William Stelling ( Bill, el novio de Anna )
En cuanto a la película en sí, pasó un tanto desapercibida en su momento, tanto para el público como para la crítica. En los Oscars, por ejemplo, tan sólo obtuvo una nominación por la fotografía en blanco & negro. Pero a aquellos pocos a los que nos gusta, no es que nos guste sin más, es que NOS FASCINA Y NOS CONMUEVE.
Principios del siglo XX en Inglaterra. Un año después de la muerte de su marido, al que nunca amó de verdad, Lucy Muir decide que ha llegado el momento de empezar a vivir su propia vida. Abandona a su estirada familia política y se muda con su hija pequeña Anna y con su cocinera Martha al pueblecito de Whitecliff-by-the-Sea, donde alquila una casita frente al mar, muy acogedora y muy barata... porque está encantada por el fantasma de su anterior propietario, el Capitán Gregg, que no permite que ningún inquilino la habite. Pero la Señora Muir, que se ha enamorado de la casa a primera vista, le planta cara al fantasma, y éste, inmediatamente fascinado tanto por su coraje como por su particular belleza, le permite quedarse.
Aunque sus personalidades son diferentes, ambos personajes aprenden pronto a convivir. Cuando la repentina disminución de las rentas heredadas de su difunto marido constituyen un grave problema económico para la Señora Muir, el Capitán Gregg le dicta sus memorias, que luego ella vende a un editor.
Y cuando la Señora Muir se enamora de un escritor, Miles Fairley, el Capitán, aunque anteriormente le había recomendado que saliera más y pensara en volver a casarse, muestra su desagrado ante un tipo tan pomposo y remilgado, pero acaba por entender que no puede interferir en su vida, y decide marcharse para siempre. Mientras ella duerme, él se despide y la sugestiona para que lo olvide todo.
Miles Fairley resulta ser un mujeriego con esposa e hijos en Londres, y la Señora Muir corta de inmediato su relación con él.
El tiempo pasa. Anna Muir crece, se va de casa y cuando vuelve para presentar a su prometido Bill, ella y su madre se confiesan por primera vez sus mutuas experiencias con el fantasma, que para Anna fueron un juego infantil y, para su madre, un sueño.
La Señora Muir rechaza el ofrecimiento de su hija para irse a vivir con ella y Bill, y se queda en la casa, hasta su muerte.
No recuerdo qué edad tenía cuando vi esta película por primera vez en televisión, pero desde luego era muy joven. Me gustó mucho entonces pero, hoy en día, tras bastantes años de vida y de experiencia, me gusta todavía muchísimo más, y me afecta de forma diferente: hay ciertos momentos tan conmovedores que me hacen llorar.
Aprovechando su reciente compra en Blu-ray, me he leído a continuación la novela, que es básicamente la misma historia, pero con algunas diferencias cruciales.
Como es habitual en cualquier adaptación de novela a película, hay que suprimir ciertas cosas porque no hay sitio para todo. En este caso desaparece Cyril, el segundo hijo de la Señora Muir, y toda una subtrama cuando crece, se hace sacerdote y se enfrenta a los deseos de su hermana Anna de ser bailarina, porque eso perjudicaría su carrera eclesiástica. Martha, la cocinera, en cambio, que apenas sale en la novela, aumenta su papel en la película, para que la Señora Muir tenga alguien con quien comentar lo que está pasando.
Pero las divergencias verdaderamente importantes radican en el diferente punto de vista con que se abordan algunas escenas:
1) En la novela, la primera noche que pasa en la casa, la Señora Muir no entiende por qué no consigue encender el fuego de la cocina. El Capitán Gregg habla por primera vez y le responde: "Porque yo no quiero".
En la película, ella tiene una sospecha de lo que está pasando, se da la vuelta, y desafía al Capitán Gregg a que se muestre: "I know you're here. I'm not afraid of you." (Sé que está usted aquí. No le tengo miedo.) Esta reacción despierta la admiración del Capitán: "You've got spunk" (Tiene usted agallas).
Nosotros, como espectadores, ya fuimos seducidos en la escena inicial, cuando la Señora Muir les dice a su suegra y a su cuñada que las abandona para irse a vivir sola. Con voz dulce y calmada, pero firme y sin ceder un ápice, Gene Tierney esquiva cada uno de los reproches de su familia política:
- I'm not leaving him. I'm leaving you. (No estoy abandonando a mi difunto marido. Os estoy abandonando a vosotras.)
- I have my own life to live (Tengo que vivir mi propia vida)
- I've never had a life of my own ("Nunca he tenido una vida propia", porque la ha dedicado siempre a su difunto marido)
2) En la novela, cuando la Señora Muir dice que no tiene interés en volver a casarse, el Capitán replica: "Apuesto a que se enamoraría del primer hombre atractivo que demostrara sentir admiración por usted", y, por orgullo, y para darle "una lección" a la Señora Muir, es él quien lo arregla para que se encuentre con Miles "accidentalmente" mientras pasea por los acantilados.
En la película, en cambio, el Capitán la anima a salir más, para conocer gente y quedar con hombres, porque se lo debe a ella misma. En ese momento concreto de la trama ya tenemos claro que el Capitán está enamorado de la Señora Muir, pero, como no puede haber ningún tipo de relación "real" entre ellos, lo que le importa es que al menos ella pueda ser feliz, aunque sea con otro hombre. O con un hombre vivo, más bien.
3) En la novela, es el Capitán quien descubre que Miles está casado. Se arrepiente entonces de su truco, y le cuenta lo que ha descubierto a la Señora Muir, quien responde: "No me lo creo."
El Capitán insiste: "No debe verlo nunca más."
"Desde luego que voy a volver a verlo. No puede estar casado, nos amamos, me lo hubiera dicho."
"Tiene que ser fuerte."
"No quiero ser fuerte, sólo quiero estar con Miles."
La Señora Muir sigue viendo a Miles, quien promete divorciarse, pero no corta con él hasta que lo sorprende con otra conquista. Sin embargo, con el paso del tiempo, descubre que puede recordarlo "con tolerancia y gratitud por la felicidad que le había proporcionado". Y, poco antes de morir, aún se acuerda de él: "Qué feliz la había hecho sentir aquella primavera, y qué desgraciada también. Qué lástima no haberse conocido antes."
(Disculpen un momento, tengo que ir al cuarto de baño a vomitar de asco. Esta Lucy Muir es un caso lamentable de víctima feliz del machismo que la oprime.)
Pero no acaba aquí el disparate: años después, el Capitán dice que Miles está ahora gordo y calvo, y le gustan cada vez más jovencitas, pero su esposa sigue con él "porque el amor verdadero lo ve todo y es infinitamente indulgente"!!!!!! En primer lugar, no puedo estar más en desacuerdo con semejante definición del "amor verdadero". Y luego, el mujeriego de Miles no sólo va seduciendo a todas las víctimas que puede, sino que cuenta además con la resignación de su esposa...
En la película, el Capitán muestra su desagrado por Miles, porque le parece remilgado y pomposo, pero la Señora Muir le replica que está celoso. Es ella quien se entera de todo cuando visita por sorpresa la casa de Miles en Londres. Al volver a casa, llora una vez de pena, pero corta de inmediato su relación con Miles y se olvida de él. Sólo se le vuelve a mencionar al final: Anna dice haberlo visto recientemente (sí, también está gordo, calvo y medio borracho, pero su mujer por fin se ha cansado de sus infidelidades y le ha abandonado) y confiesa que nunca le gustó, a lo que su madre responde: "Y tenías razón."
4) En la novela, por si quedaran dudas sobre el particular punto de vista de su autora en cuanto al amor y las relaciones de pareja, cuando Miles promete divorciarse de su esposa, la petarda Señora Muir responde que no le parece bien la idea porque el divorcio es "algo de lo más sórdido, un reconocimiento del fracaso y una ruptura de los votos matrimoniales".
Una declaración tan retrógrada no sale en la película, desde luego.
5) En la novela, el Capitán se arrepiente de haber intentado emparejar a la Señora Muir con Miles, porque "interferir en la vida de otras personas, sin que nadie se lo pida a uno, aunque sea llevado por la generosidad, es uno de los peores pecados" y decide marcharse y no volver a la casa hasta que sea más sabio. Pero, aunque en la trama transcurren varios años, su reaparición tiene lugar tan sólo un par de páginas después.
En la película, el Capitán está decepcionado porque la Señora Muir se haya enamorado de Miles, pero es lo bastante humano para entender que no puede interferir en su vida y por eso decide marcharse:
"You've chosen life and that's as it should be, whatever the reckoning. I can't help you now. I can only confuse you more and destroy whatever chance you have left of happiness. You must make your own life, amongst the living." (Has escogido la vida, y así es como debe ser, sin importar las consecuencias. Yo no puedo ayudarte. Sólo puedo confundirte más y destruir cualquier oportunidad que te pueda quedar para ser feliz. Debes hacer tu propia vida, entre los vivos.)
En un hermoso plano de la Señora Muir/Gene Tierney dormida y de perfil, el Capitán/Rex Harrison se inclina sobre ella como si la fuera a besar, pero sin hacerlo. Se despide, y se lamenta de que hayan nacido en tiempos diferentes, y no hayan podido ser pareja. La ama, pero renuncia a ella, para que tenga una oportunidad de ser feliz. Este tipo de nobleza y de, esta vez sí, amor verdadero, están ausentes de la novela.
6) Un último detalle completamente anti-feminista de la novela: Anna Muir pone todo su empeño en ser bailarina, a pesar de la oposición de su hermano Cyril, y consigue que su madre la matricule en la mejor escuela, pero más adelante, cuando se promete con Bill, renuncia felizmente a una carrera por la que hasta entonces había luchado tan fieramente. O sea: una mujer tiene que elegir entre ser esposa o tener su propia carrera, porque ambas situaciones son incompatibles.
7) Para compensar, la novela tiene al menos un momento que es mejor que el de la película.
En la última escena, la cocinera Martha le trae un vaso de leche a la anciana Señora Muir, que se pone gruñona y grita que la dejen en paz, que no le gusta que la mangoneen. Martha se va, muy dolida. El Capitán, que sabe que la Señora Muir está a punto de morir, le ordena que llame a Martha enseguida y le pida perdón, para que el último recuerdo entre ellas no sea uno tan amargo.
En la película, como el Capitán no está presente en la escena, lo que la Señora Muir hace, una vez que Martha se ha marchado, es acceder a su petición y beberse un poco de leche. Una resolución mucho menos emotiva, sin duda.
Lo que resulta bastante desconcertante es que la autora de la novela es una mujer (Josephine A.C. Leslie, que publicaba bajo el pseudónimo de R.A. Dick), mientras que los principales responsables de la película son cuatro hombres: el director Joseph L. Mankiewicz, el guionista Philip Dunne, el productor Fred Kohlmar y el compositor Bernard Herrmann. ¡El mundo al revés!
Lo que nunca sabré es qué impresión me podría haber causado la novela de haberla conocido antes que la película. Aunque la estructura básica de la historia es la misma, y gran parte del sentimiento también, son los detalles y los matices de ciertas escenas los que marcan la diferencia entre una historia corriente y una fascinante.
















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