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lunes, 1 de julio de 2024

Manel Domínguez Navarro (Entrevista) (1)

Entrevista realizada por teléfono entre Julio de 2023 y Agosto de 2024 por Miguel Ángel Ferreiro, responsable también de las [acotaciones entre corchetes]




Dibujo de Carles Prunés

(1966)

(Años 70)



Manel Domínguez Navarro, escritor de guiones, artículos, entrevistas y relatos cortos, coordinador editorial y traductor de todo tipo de tebeos y revistas para Ediciones Toray, Garbo Editorial, Selecciones Ilustradas, Toutain Editor y Norma Editorial, entre otras; guionista y director de fotonovelas para Editorial Rollán y Ediciones Bruguera; productor de televisión para el canal autonómico de Cataluña; y algunas otras cosas más que se cuentan más adelante. 

Si todas las entrevistas que han ido apareciendo en este blog han sido posibles gracias a la amabilidad y paciencia de las personalidades entrevistadas, a Manel tengo que agradecerle especialmente la gran cantidad de tiempo que me ha dedicado, a pesar de su delicado estado de salud.

Él mismo nos lo cuenta: 

- En el año 2000 me di cuenta de que tenía unas manchas en los ojos que subían y bajaban de una manera extraña. El oculista al que fui me mandó al endocrino, y el endocrino me dijo que tenía diabetes. A partir de ahí empezó un proceso de láser para cauterizar los capilares que se habían reventado. Me hicieron dos operaciones y creo que llegué a tener unos cinco mil disparos de láser en cada ojo, que lo único que consiguieron fue freírme los ojos. Uno ya está totalmente inútil y el otro tiene un hilito de nervio óptico, por el cual mantengo un pequeñísimo resquicio de visión, que me permite ver las cosas a contraluz. Lo único que veo es como una niebla gris que lo invade todo, y sólo distingo brillos metálicos y luces y cosas así. 

- A causa de la diabetes, hace cuatro años tuve que empezar a someterme a diálisis porque era esto o el ataúd, directamente. Mis riñones ya estaban hechos mierda. Te conectan a una máquina, tres días por semana, que te lava la sangre como cuatro o cinco veces, y estás cuatro horas tumbado, como un muerto, sin poder moverte. Más el transporte con la ambulancia, que es hora y media de ida, hora y media de vuelta. 

- Después de esto, en el 2015 me caigo en casa y me parto una vértebra, la L4. Estoy nueve meses ingresado en varios hospitales, donde, entre otras cosas, me hacen una faja-armazón de madera, una especie de jaula, donde me metían y me hacían más daño del que tenía y no me solucionaron el problema. Al cabo de nueve meses decidieron operarme y me pusieron una pieza metálica que va desde la L3 hasta la L5 y que facilita que la columna vertebral siga en pie. Me queda un dolor residual, que no se va con nada, y que sólo se alivia cuando estoy en la cama o cuando estoy sentado. Cuando me levanto el dolor aparece y tengo que usar un andador. En casa me he colocado barandillas en todos lados y me voy moviendo agarrándome a ellas. 

- En marzo o abril de 2023 me dio un ictus, del que me recuperé rápidamente, contra todo pronóstico, y solamente me ha quedado inutilizada la mano derecha. No puedo escribir a mano, que es una de las cosas que más me han gustado en este mundo, y no puedo firmar bien. En cuanto al habla, me he recuperado bastante, pero los idiomas que sabía se han ido a tomar viento: el inglés, el francés, el italiano y el portugués se han perdido ligeramente. 

- Yo me he pasado la mitad de mi vida comprando libros y discos de los que pensaba disfrutar en mi vejez, como Burt Lancaster en Confidencias, la película de Visconti, pero como ya no puedo leer, ni encontrar los discos, porque tengo miles y la mitad no sé dónde los guardé y no puedo encontrarlos, lo único que puedo hacer es recurrir a mi amiga Alexa [el asistente virtual de Amazon] y pedirle que me busque música y me haga playlists. También puedo acceder a los audiolibros de la ONCE y a cualquier tipo de información. 

- Mi otra gran amiga, Lluïsa, mi cuidadora, se ocupa de todo lo referente a la casa (comida, ropa, etc.) y también es la que se encarga de que pueda acceder todavía a Facebook y a otras facetas del ordenador, y además me lee libros. En noviembre hará diez años que está conmigo y es como parte de mi familia, o mejor que parte de la familia, a veces. 

 

(Infancia) 

Nací el 29 de julio de 1942, en Barcelona, en el Barrio de Gracia. Soy Leo, el primer decanato, los primeros diez días. Leo, ascendente Géminis. Y de horóscopo chino, Caballo.


Manel con sus padres (Luis y Juana) en Blanes

Cada año veníamos a Blanes de vacaciones, por eso yo vivo ahora aquí. En esta foto estamos en alto porque es una montañita que se llama La Palomera. Yo alquilé un piso en Blanes en el año 74 y luego acabé comprándome uno. 

A los 8 años tuve una tuberculosis y me estuve un año en la cama. Entonces mi padre, todos los domingos, iba al Mercat de Sant Antoni, aquí en Barcelona, y me traía montañas de libros. Y yo me leía un libro cada día. Julio Verne, Emilio Salgari, Alejandro Dumas Padre, Walter Scott y cosas por el estilo. Y luego también libros en catalán. 

En cuanto a tebeos, El Inspector Dan me fascinaba, me volvía loco con El Inspector Dan. Me gustaban también Juan Furia, que era Johnny Hazard de Frank Robbins, y dos series italianas que eran Gacela Blanca y Suchai, el pequeño limpiabotas. Ésta última se publicaba en un formato indescriptible, que era más pequeño de lo normal [17 centímetros de base x 8 de altura, cuando el tamaño más habitual era de 24 x 17].

 

 

(Educación) 

No he hecho ni el Bachillerato, para entendernos. De los 14 años a los 16 estuve en la Escuela Industrial de Barcelona y luego ya mi padre me dijo que me tenía que poner a trabajar, porque hacía falta otro sueldo. Después de entrar en Ediciones Toray, estuve una temporada cortísima, creo que unos tres meses, en la Escola Massana de arte de Barcelona, pero luego la dejé y lo que hacía por las tardes era ir a una academia a aprender correspondencia comercial y francés. En francés, en un año me hice los tres cursos. En esto de los idiomas he sido una bestia, afortunadamente. 

Los otros idiomas que sé los he aprendido todos de oído, tanto el inglés como el italiano. El italiano lo aprendí gracias a Mina, que era una cantante que me encantaba y yo quería descifrar las letras de sus canciones. El portugués, gracias a la música brasileña, que me encanta. El inglés lo fui aprendiendo a base de oír frases hechas, lo justo para desenvolverme en el trabajo. Un texto en inglés nunca lo he traducido, pero, en cambio, el libro sobre Enric lo escribí directamente en inglés, con ayuda del diccionario de Google. Lo escribía en inglés y lo repasaba por Google para ver si era correcto.

 

 

EDICIONES TORAY

Primera etapa: Julio 1957 - Abril 1959 

Un día tuve una discusión con mi padre, que quería que fuera joyero como él, y yo le dije que no. Yo ya desde pequeño leía tebeos, me alucinaban los tebeos, y quería ser dibujante. Con esa idea encontramos un anuncio en el periódico, en La Vanguardia, donde Ediciones Toray pedía un chico de recados. Nos fuimos para allá, mi madre y yo, y me aceptaron. 

Al principio mi trabajo era coger los originales de las novelas, que venían en folios sueltos, meterlos en un papel de embalaje para hacerles un forro, y llevarlos a Censura, que estaba en Las Ramblas. Hacía también paquetes, con ese papel de embalaje, que servía para todo, y los llevaba a Correos. 

Estanislao Peinado era el Jefe de Redacción, pero no redactaba nada. Estaba allí fiscalizando el trabajo de los cuatro o cinco redactores de la editorial. 

Pasado un tiempo, le dije a Peinado que me hubiera encantado ser dibujante. En las oficinas de Toray había un anexo con un estudio de dibujantes y yo, siempre que podía, me metía por allí. El estudio lo dirigía Jordi Longarón y había dibujantes como Víctor Ramos, Jordi Nabau, Antonio Borrell, José Antonio Huéscar, a veces Jordi Franch, y durante un tiempo estuvo Luis Ramos, que era el hermano de Víctor. Había también dos chicas, de las que sólo recuerdo que se llamaban Anita [Rodríguez, esposa de Jordi Nabau] y María Rosa. Pero Peinado me dijo que no, que lo mío era de Letras, y no de Dibujo, y me dio unas galeradas de novelas para corregir. Las galeradas eran unas hojas larguísimas que mandaban las imprentas, donde se había tipografiado todo el texto usando la linotipia. Como al teclear en la linotipia se solían cometer muchos errores, había que corregir el texto antes de que fuera impreso. 

Luego Peinado cometió la imprudencia de darme originales para hacer la corrección de estilo. Yo, con mucha prudencia, y respetando mucho el trabajo del autor, ponía comas donde me parecía que tenían que estar y cosas por el estilo. 

Esto me viene de cuando estuve un año en la cama, leyendo un libro cada día. Como siempre he tenido una diabólica memoria fotográfica, aprendí lo que era la gramática leyendo novelas bien escritas. De ahí vino mi atrevimiento de decir que podía corregir literariamente un texto, porque siempre había visto textos bien escritos. La música de las frases se me quedó en la memoria. Y la puntuación, las comas, los acentos... Cuando veía un texto mal escrito, o con faltas de ortografía, me saltaban inmediatamente mis recuerdos fotográficos y decía "esto está mal, aquí falta una coma", porque sabía que allí faltaba una coma, no porque mis estudios gramaticales fueran tan buenos. 

Peinado también llegó a darme originales de novelas para que las leyera y escribiera un informe. 

Un día [de octubre de 1958] Peinado recibió una notificación [del Frente de Juventudes de la Falange] diciendo que yo, como todos los aprendices que entraban en una empresa [a los que se define en la notificación como "todos los productores comprendidos entre los 14 y 21 años", siendo "productor" un sinónimo de "trabajador"], tenía que ir a unos cursos de Formación del Espíritu Nacional, obligatorios, y que tenían que ser en horas de trabajo. Eran dos horas diarias, que nos lavaban el cerebro con la Falange y la puta que los parió. Eso duró dos semanas, creo.


PEPE

Comentarios de MANEL a la biografía del dibujante PEPE GONZÁLEZ realizada por CARLOS GIMÉNEZ en 5 álbunes entre 2012 y 2014

Cuando Carlos estaba preparando estos álbumes, vino a Barcelona y contactó con las personas que más habíamos conocido a Pepe, como Enric, Víctor Ramos y yo, para que le contáramos nuestra versión de la relación que teníamos con él. A partir de ahí, Carlos se montó la historia. Lo que no le parecía lo bastante fluido, narrativamente hablando, se lo inventó. Y se inventó bastantes cosas. Varias cosas de estos álbumes hay que ponerlas entre paréntesis. 

 

ÁLBUM 1, PÁGINAS 4-5

La escena de Pepe de niño, cantando en el balcón vestido de folclórica, con su madre detrás, es IMPOSIBLE, porque Pepe JAMÁS EN LA VIDA le confesó a su madre que era homosexual. Eso de que la madre estuviera allí, contenta y feliz, en el balcón, viendo a su hijo vestido de folclórica, eso no era exactamente así. La familia de Pepe no tenía dinero para comprar semejante vestido. Sí que es verdad que, cuando su madre se iba de casa, él salía al balcón a cantar, y los vecinos salían a escucharlo. Pero no lo hacía vestido de folclórica. 

Muchas otras escenas Carlos las creó para darle más color a la historia. Tampoco fue así el final de la historia [en el quinto álbum], cuando Pepe actúa en locales y se viste de forma espectacular. Pepe jamás se vistió de mujer para salir a cantar, ni llegó a ser una vedette reconocida. 

 

ÁLBUM 1, PÁGINAS 14-15: MANEL sale representado como MARIO

Pepe en sus inicios hizo, desde la agencia Selecciones Ilustradas, portadas para dos series románticas que publicaba Toray, que eran Rosas Blancas y Susana, porque les daba un aire muy moderno. La historia es que la oficina de Selecciones estaba en el número 325 de la Avenida Diagonal. En el mismo edificio, y a la misma altura del sexto piso, pero con entrada por el Paseo de San Juan [nº 98], estaba Toray. Con el tiempo, cuando Toray se fue de allí, Toutain conectó ambos estudios. 

Entre los trabajos que me tocaba hacer en Toray estaba llevar los tebeos a la censura y luego indicarle las correcciones a cada dibujante. Cuando me tocó ir a Selecciones, y vi el ambiente que había, me enganché totalmente. 

 

ÁLBUM 1, PÁGINA 15

Hablé con Pepe y con otros dibujantes y dije: "Coño, esto es mi sitio". Le pregunté a Josep Toutain [el director de Selecciones Ilustradas, que en la serie Pepe aparece como Truffaut] si podría trabajar allí. Él me dijo: "¿Tú qué haces en Toray?" Yo le dije: "Hago paquetes y los llevo a Correos, voy a Censura, y estoy haciendo correcciones de estilo en las novelas". Él me dijo: "¿Hablas algún idioma?" "Pues sí, francés lo hablo bastante bien." "Pues te puedes venir de corrector y traductor." Y así empecé. 

En mi primera etapa de Selecciones, además de hacer alguna traducción, Toutain me daba todos los guiones que se hacían en la casa para que los repasara, y también empecé a escribir guiones. Hasta que me fui a la Mili. 

 

ÁLBUM 1, PÁGINAS 21-22

No recuerdo haber tenido un diálogo como éste en la playa, pero sí que, evidentemente, llegó un momento en que los dos nos fuimos "reconociendo" y dándolo por sentado. Pero yo nunca llegué a hacerle a Pepe esa pregunta tan directa. Esa fue la manera que encontró Carlos para condensar en cuatro viñetas unos sucesos que se extendieron durante varios años. 

Pepe no quería "soltarse la melena", digamos. Pero lo sabía perfectamente desde un principio [lo que sentía], lo que pasa es que no quería darse a conocer. 

 

ÁLBUM 1, PÁGINA 35: TOUTAIN está empeñado en emparejar a PEPE con alguna chica (situación que GIMÉNEZ ya había reflejado anteriormente en la serie LOS PROFESIONALES)


Triunfador, viñetas de las páginas 1 y 2 (historia recopilada en Los Profesionales Vol. 3)

Eso es cierto. Toutain quería emparejar a Pepe con Margarita, que era la hermana de María Rosa [Lleida] la mujer de Fernando Fernández. Pero, evidentemente, la cosa no funcionó. 

Toutain incluso llegó a pagarle una puta a Pepe, pero no sé cómo llegó a acabar la historia. 

 

ÁLBUM 1, PÁGINAS 51 y siguientes: El grupo musical LOS DÁLMATAS 

A principios de la década de los 60, Josep Maria Beà y yo, que éramos dos idiotas en aquellos momentos, hicimos una maqueta de 64 páginas para una futura revista musical juvenil, que por entonces se estilaba mucho, a raíz de la aparición de los Beatles. Beà todavía conserva esa maqueta, porque, la última vez que estuve ingresado en el hospital, me la trajo, para recordar viejos tiempos. 

Y luego, estábamos tan entusiasmados, que montamos Los Dálmatas, donde yo era el cantante. Con Los Dálmatas actuamos en Radio Barcelona y en bodas y bautizos. Yo me lo pasaba muy bien con el grupo. Nos conocíamos todos muy bien y estábamos bien avenidos. Quien aguantaba básicamente el grupo, porque fue el inductor, era Josep Maria Beà. Yo era la cara visible cuando actuábamos. 

Cantábamos versiones de canciones extranjeras, de Mina y de Cliff Richard, por ejemplo. Y siempre en un inglés inventado, porque yo no sabía inglés en esa época. Ni italiano.

Josep Maria Beà y Manel

Yo en cada actuación rompía un micrófono. Había visto un recital de Paul Anka, el primero que dio en Barcelona. En aquella época los micrófonos tenían cable y Paul Anka, al cantar, pegaba unas sacudidas al micro para arrastrar el cable detrás de él al desplazarse. Yo con Los Dálmatas sacudía el micro igual, para parecerme a Paul Anka, y por eso cascaba la conexión del micro con el cable cada vez. Me parecía muy elegante la manera en que lo hacía y me dije: "Uy, yo quiero hacer lo mismo". 

Fue una aventura divertida, aunque duró poco. Debió ser medio año, como máximo. La fecha exacta no la recuerdo, pero debió ser en 1962. 

Mi padre se cabreó porque no le gustaba el ambiente en el que estaba. Le parecía demasiado frívolo, por decirlo de alguna manera, y me obligó a dejarlo. En alguna otra entrevista que me han hecho supongo que no tuve ganas de contar lo de mi padre, y dije que me fui para hacer la mili, que fue más o menos por esas fechas [Manel hizo el Servicio Militar del 1 de Agosto de 1963 al 20 de Junio de 1965]. 

Evidentemente, yo no era ninguna figura como para que me contratara otro conjunto, como dice Beà en las últimas páginas del primer álbum de Carlos [en la sección de "Documentos"] para explicar mi marcha del grupo. 

Cuando yo me fui, Pepe me sustituyó como cantante del grupo. 

 

ÁLBUM 2 - PÁGINA 60

Esta es la revista Amigos, que hice para una editorial de Madrid. Toda la revista la escribía y la compaginaba yo, con colaboraciones de Terenci Moix y otra gente bastante buena. Cuando tenía el número terminado, lo mandaba a Madrid y allí la imprimían. Algunas veces me devolvían los originales de los materiales, y otras no. Hay muchas ilustraciones que hizo Pepe para Amigos que se han perdido "en el océano". 

 

ÁLBUM 2 - PÁGINA 61: En un local gay, MARIO le dice a PEPE: "No te veo ligar". PEPE responde: "No, ya sabes que a mí no me gustan los homosexuales. Sólo me gustan los 'purititos machos'." 

Sí, sí, eso es cierto. Pepe me contó una vez un sueño que tuvo cuando era muy joven: se casaba de blanco en una iglesia con un futbolista muy famoso de los años 50. 

 

ÁLBUM 2 - PÁGINA 62

Qué mentira más alucinante. Yo jamás en mi vida he ido al carnaval de Sitges. Nunca. Odio los carnavales. Y los carnavales gay, más todavía. Y nunca he vivido en Sitges. 

La única foto que tengo disfrazado fue cuando tenía 5 años, que mis padres me obligaron y me vistieron de apache parisino, con una gorra y una navaja de cartón en la cintura. Yo estaba cabreadísimo y en la foto se me ve con cara de mala leche.

 

ÁLBUM 2 - PÁGINAS 62 y 63: El dibujante TONY, trasunto de LUIS GARCÍA 

Lo que se dice en esa página ["Tony calcaba las páginas de Pepe con tal maestría, que costaba trabajo diferenciarlas de las de éste"], no creo. No, calcarlas no. 

En esa primera época, está la mano de Pepe en las historias de Luis García. Como Luis García sabía que Pepe estaba chalado por él, a veces le decía "Oye, Pepe, que esta cara no me sale", o "Esta mano no sé cómo resolverla". Y Pepe se lo hacía. No te voy a decir que toda, pero en un 20 ó 25% de cada página de Luis García, estaba la mano de Pepe. Poco o mucho, no sé hasta qué punto. 

 

ÁLBUM 2 - PÁGINA 63

Los diálogos de estas dos viñetas son bastante correctos. No creo haber mencionado la palabra "chulo", pero el sentido era ése. Eso explica que Luis García me odie absolutamente. 

Pepe sabía perfectamente que a Luis García le gustaban las chicas. Entre otras cosas, fue el novio de Carol de Haro, y Pepe lo sabía, pero, aún así, intentó sacar tajada. 

 

ÁLBUM 2 - PÁGINAS 66 a 68: TONY engatusa a PEPE para que le compre una moto, pero luego no quiere llevarle de paseo en ella. Al final, cansado de la insistencia de PEPE, TONY lo lleva en la moto hasta la puerta de un club gay y le grita: "Baja y métete ahí. Ése es tu puto sitio."

Pepe era bastante mentiroso en algunas cosas, pero esta escena a mí me la contó con las lágrimas en los ojos. Y yo me lo creí porque Pepe era muy de disimular y de llevarse las cosas para dentro. Para que él llegara a tener ese desahogo, la situación debió de ser muy fuerte. A Pepe sólo le he visto llorar dos veces, y una de ellas fue ésta.

Este tipo de cosas le jodían muchísimo pero se las guardaba para adentro, y hacía como que no. Nunca le gustó exteriorizar sus sentimientos.


ÁLBUM 2 - PÁGINA 69


Esto es totalmente auténtico. No sé si el orden cronológico es correcto, pero el diálogo es real, porque me acuerdo perfectamente de lo que le dije. Yo estaba en mi época mística y le dije que el don de dibujar como él dibujaba, se lo habían dado, y si no lo ejercía como es debido, algún día lo pagaría. Porque era un don que se le había dado para que lo ejerciera, y lo ejerciera bien. Lo que no recuerdo es si esto se lo dije antes o después de lo de la moto. 

 

ÁLBUM 5 - Prólogo escrito por MANEL: PEPE DESDE EL RECUERDO

Este texto lo escribí para mí. Lo único que me molesta es que Carlos me dijo, cuando le mandé el texto, que le parecía muy fuerte, y me empezó a poner pegas. Al final me enfadé tanto que le dije: "Corrige lo que te dé la gana, pero no me hagas dar vueltas sobre una cosa que he escrito sinceramente, porque no voy a ser capaz de corregirla, porque es lo que siento." 

En la segunda página del prólogo [que se supone que es la primera escrita personalmente por Manel] hay frases que no recuerdo haber escrito, incluida la de la hilera de cubatas. Recuerdo sólo lo del principio, pero no lo demás. Ni tampoco es mi estilo. Creo más bien que es algo que debió escribir Carlos como si fuera mío, para centrar muy bien su trabajo. 

Al releer ahora el texto completo, después de tantos años, me gusta lo que escribí (modestia aparte). Considero que es perfectamente auténtico todo lo que digo de Pepe.

Manel y Pepe

Durante toda la vida tuvimos una relación muy fuerte, excepto en los últimos años, que él ya se desmadró un poco. En esa época ya no compartía nada, estaba totalmente encerrado en sí mismo. Estábamos ya un poco distantes. De entrada, porque yo me vine a vivir a Blanes, a mi propio apartamento. Y Pepe nunca vino a verme aquí. 

Este apartamento de Blanes lo pensábamos alquilar los dos, pagando la mitad cada uno. Pero luego Pepe me dejó colgado. De todas formas, me lo quedé, pagándolo yo solo, y lo tuve durante unos veinte años. 

Es curioso porque su madre y su abuela murieron también de un infarto cerebral, o sea que debe ser algo hereditario. Yo me acuerdo porque fui al hospital a verla, acompañado de Pepe, y mientras estábamos allí, él me contó que ya había tenido anteriormente pequeños infartos cerebrales, en los que se quedaba un momento como ausente. "¡Uy! ¿Qué me ha pasado?" Eso me ha pasado a mí también y supongo que a consecuencia de ello me vino lo del ictus. 

 

SELECCIONES ILUSTRADAS

Primera etapa: Mayo 1959 - Julio 1963


A Josep Toutain lo conocí cuando yo tenía 7 años, más o menos, porque hacía mis pinitos como dibujante. Una prima hermana mía, llamada Ana, que además era mi madrina, se casó con Joaquín de Haro, un cretino, pero que tenía mucha... en catalán decimos mucha "empenta", que tenía mucho empuje, mucha iniciativa, y muy "echao palante". Este tío tenía un estudio de dibujantes y mis padres me llevaron allí para que nos dijera si podía ser dibujante cuando fuera mayor. El encargado de echarle una ojeada a mis dibujos fue Toutain, que debía tener unos 18 años o algo por el estilo, y hacía ya la tira de Sylvia Millones, que se publicaba [en el suplemento A Todo Color del] periódico La Prensa de Barcelona. Miró mis dibujos y me dijo "bueno, sí, tiene gracia, hace bien la curva del talón y del zapato de las mujeres, porque eso es difícil", o una chorrada parecida, para quitárseme de encima. 

Luego le vi mucho durante mi primera etapa en Toray, porque él andaba mucho por allí. El dueño de Toray, que era Antonio Ayné, puso dinero para fundar Selecciones, y luego publicó mucho material que venía de allí. 

Toutain a veces tenía unas cosas rarísimas. Un día yo tenía un libro de Bertrand Russell sobre la mesa, que se llamaba Por qué no soy cristiano. Russell es un filósofo muy importante y muy denso. Toutain vio el libro y dijo: "¡Ah, qué interesante! ¿Me lo dejas para que me lo lea? Te lo devuelvo mañana." Era un librito delgado, pero yo le dije: "¿Cómo te vas a leer un libro de Bertrand Russell en una noche?" "Sí, hombre, sí, que yo hago lectura rápida." A la mañana siguiente me lo devuelve y me dice: "Esto es todo lo que yo pensaba durante toda mi vida, pero no sabía cómo expresarlo". Y yo pensé: "¡Venga ya!" 

En otra ocasión, se sienta enfrente de mi mesa y me dice: "Yo soy tan sensible, que creo que acabaré siendo homosexual". Y yo le dije: "Eres un capullo". Tenías tonterías de éstas. 

Se inventaba frases para soltarlas cuando convenía. Un día estaba yo apoyado en una ventana, viendo como se construía un edificio al otro lado de la Avenida Diagonal. No había nadie más en la oficina. Entra Toutain y me dice: "Manel, la inmensidad de tu alma debe de ser demasiado grande como para caber en las cuatro paredes de este estudio." 

Al principio de conocerle, repetía siempre una frase, que debió haber oído en alguna película. Cuando estábamos tres juntos, decía: "Si fuéramos cuatro, jugaríamos al póquer." 

Le encantaba actuar, era súper teatral. Era un payaso serio. 

Toutain dijo que estaría muy bien comprar para el estudio una cámara de Súper 8 y un proyector, y así podíamos hacer películas y verlas. Entre todos pusimos dinero para ayudar a comprarla, y luego Toutain se llevó la cámara y el proyector a su casa y se lo quedó todo. Se la autorregaló.


En el estudio de Selecciones Ilustradas: Carmen Mas, Elvira Ferraz, Manel, Emilia Rodríguez y Blay Navarro

Carmen Mas era hermana del dibujante Félix Mas, y luego se casó con Esteban Maroto. Carmen y yo hemos sido amigos desde que entramos en Selecciones al mismo tiempo, en 1957 ó 1958. Carmen, al igual que Virginia Caro, la mujer de Enric, estaban en la oficina llevando el control de fichas de sindicación, y cosas así, y también pasaban guiones a máquina, porque, en aquella época, como aún no existían fotocopiadoras, cuando los guionistas entregábamos el guión, tenían que hacerse copias, porque cada historia que se vendía a cualquier país de Europa, tenía que ir acompañada de una copia del guión. 

Virginia Caro estuvo casada primero con Javier Puerto, que era un dibujante que se murió prematuramente, en 1967 o así [en 1969], creo que de cáncer de hígado. 

Elvira Ferraz, que ya ha muerto, era la hermana de Luis Ferraz, que fue el que inició a Toutain en el mercado inglés. Era un tío que trabajaba en un bar cuando Toutain lo conoció. Dejó el bar, se fue a vivir a Londres, se casó con una inglesa y desde allí trabajaba para Toutain como su agente. 

Emilia y Toutain se conocieron en una fiesta, o algo parecido, y cuando faltaba poco para que se casaran, la metió en Selecciones para que fuera conociendo el mundillo. Toutain le asignó un trabajo, que ahora no recuerdo cuál era, pero era más figurativo que otra cosa. 

Blay Navarro era primo hermano mío. Era hijo de un hermano de mi madre. Su nombre completo era Blas Navarro Ibáñez. Su nombre de pila, "Blas", en catalán es "Blai", pero él, como no le gustaba lo de la I latina, se puso la Y griega, "Blay". Yo creo que debió nacer sobre 1932, 1933. Y murió de cáncer sobre 1986, 1987. Que nació en la década de los 30 y murió en los 80, eso te lo digo seguro. 

Toutain le cogió como encargado de las finanzas en Selecciones: controlar la caja, las entradas y salidas de dinero, y todo esto. Pero como allí todo el mundo que supiera escribir a máquina, hacía guiones, él también se apuntó y, aparte de su trabajo de contabilidad, escribió básicamente guiones de guerra y del Oeste, que eran los temas que más le gustaban. 

Cuando entré en Selecciones, él ya trabajaba allí, pero no tuvo que ver nada con que Toutain me contratara, porque Toutain y yo nos conocíamos de mucho antes. 

En los años 70, creo que fue, y por motivos personales, abandonó Selecciones y el mundo de los tebeos. Luego entró a trabajar en la Hispano Olivetti, en algún trabajo de oficina, me imagino.


(En SELECCIONES se llamaba "SINDICACIÓN" a las historietas producidas en la propia casa, que luego se ofrecían a los diversos editores.) 

Todos los guionistas y todos los dibujantes cobrábamos UNA VEZ, cuando entregábamos el original. Cuando se vendieron las cosas a otros países, nunca más volvimos a cobrar. Por eso yo siempre he dicho que la primera casa que Toutain se construyó en La Floresta se tenía que haber llamado "Sindicación".

 

FERNANDO FERNÁNDEZ (Dibujante) 

Su libro de recuerdos MemoriaS Ilustradas me pareció una indecencia y un peloteo escandaloso a Toutain, y, además, lleno de falsedades y de inexactitudes. 

El problema es que Fernando se creía que podía escribir, y no sabía. Hizo una serie de retazos más bien incoherentes, que pueden ser un retrato más o menos aproximado en algunos casos, pero que de coherencia narrativa no tiene absolutamente nada. Cada capítulo tiene un estilo distinto y no tiene coherencia.

[Arriba: Imagen tomada de la página 246 del libro de Fernando. En esta escena de una fotonovela sin identificar, el anónimo actor protagonista se encara con unos matones interpretados por Francisco Guinovart, Fernando Fernández y Manel. En el libro se dice que esta foto pertenece a una fotonovela de Corín Tellado dirigida por Manel.] 

Esta foto fue para unas fotonovelas que hacía Tunet Vila para Francia, muchísimo antes de que se hiciera la primera fotonovela en Selecciones y de que empezara yo a dirigir las mías propias. 

Fernando, como no tuvimos muy buenas relaciones últimamente, me menciona en el libro como que empecé a dirigir alguna fotonovela, y luego se olvida de los cuatro o cinco años que yo estuve dirigiendo el 95% de las fotonovelas que se hacían en la casa. Esa fue una de las cosas que salvó mucho a Toutain, por el dinero que se ganaba. 

Fernando Fernández se casó con Rosa Lleida, pero ella nunca estuvo en Selecciones. De romances en Selecciones, los únicos que recuerdo que acabaron en matrimonio fueron el de Julián Morote con María Dembilio, el de Esteban Maroto con Carmen Mas, y el de Enric Torres con Virginia. 

 

MARCEL MIRALLES 

Marcel Miralles es una persona con la que no quiero tener ningún contacto. Mis desavenencias con Miralles vienen de que, en un momento determinado, dejó de ser la persona que todos conocíamos, cuando Toutain le nombró director de la editorial y empezó a compartir con él el 50% de beneficios de muchas cosas. A partir de ahí cambió y se convirtió en "el brazo ejecutor" de los trabajos sucios de Toutain. Como le pagaba muy, muy, muy bien, empezó a convertirse en "el bufón de la corte", para entendernos. Decía todo lo que Toutain quería que dijera; mentía a los colaboradores; les engañó a muchísimos con los precios, sobre todo en los mercados de América, porque se les pagaba la mitad de lo que la editorial cobraba por sus trabajos. A partir de ahí hubo una serie de comportamientos innobles, de los cuales uno de los principales perjudicados fue Enric Torres. 

Enric, en un momento determinado, hubo editores americanos que se interesaron mucho por que les hiciera portadas para novelas: Harlequin, Penguin, y editores muy prestigiosos de Estados Unidos. Durante un tiempo Enric se alquilaba sus modelos, hacía sus sesiones fotográficas para cada portada, y eso lo pagaba él de su bolsillo. Hubo un momento en que los editores americanos dijeron que les gustaba mucho el trabajo de Enric pero que el problema era que sus modelos eran morenos y latinos y ellos querían modelos rubios y anglosajones. Enric se buscó sus modelos rubios, pagándoselo siempre de su bolsillo. Pasados los años, no sé cómo, Enric se llegó a enterar de que todo ese dinero que él estaba pagando de su bolsillo, eran sesiones fotográficas que los americanos le pagaban a él. O sea, a él le daban un dinero extra, aparte de lo que le pagaban por la portada, para que hiciera las sesiones fotográficas. Pero ese dinero se quedaba en Selecciones. 

Aparte, Selecciones le decía a Enric "los americanos te pagan tanto por cada portada", y, también con el tiempo, Enric llegó a descubrir que los americanos pagaban EL DOBLE de lo que Selecciones le pagaba a él. O sea, que Selecciones se quedaba con la mitad del importe que pagaban los americanos, y con el dinero de las sesiones fotográficas. 

Esas cosas Miralles las sabía y participaba del engaño, porque eso era una maniobra de Toutain. 

Yo conozco lo de Enric, pero sé que ha habido situaciones muy parecidas con otra gente. 

 

SUSO PEÑA & ESTEBAN MAROTO (Dibujantes) 

A Suso le conocí en Selecciones. Toutain una vez me encargó que le hiciera fotos, para tenerlas en el archivo. Recuerdo perfectamente que le hice 12 fotos, en la última de los cuales estamos Suso y yo abrazados por el hombro, porque era un tío que, desde que le conocí, me cayó de maravilla. Poco después se volvió a Galicia [a su pueblo natal de Ribadeo, en Lugo] y ya no le volví a ver nunca más. 

Quien sabe mucho sobre Suso fue Esteban Maroto, y su mujer, Carmen Mas, que fueron a Galicia y conocieron a la mujer de Suso, y se trataron bastante. 

Maroto se trasladó de Barcelona a Blanes, donde yo vivo, primero en temporadas cortas, y hace ya como más de dos años que hicieron el traslado completo, lo cual le ha supuesto un trastorno, porque Esteban es una persona muy especial y en Barcelona tenía su estudio desde hacía cincuenta años y tenía su rincón organizado. Aquí en Blanes lo tiene todo revuelto en un almacén y le cuesta organizarse, porque se trata de mucho material. Ahora ya le gusta estar aquí y ya se ha habituado. 

 

LLUÍS RIBAS (Pintor & Fotógrafo) 

A Lluís Ribas le conocí cuando entró en Selecciones. Entonces era un crío, debía tener 16 años, o algo por el estilo. Yo soy mayor que él. Así fue como nos conocimos e hicimos mucha amistad, que dura hasta hoy. 

No recuerdo con qué finalidad entró allí pero lo que sí sé es que, al cabo de poco tiempo, Toutain le puso al cargo del estudio fotográfico. Lluís hacía unas ilustraciones que eran una mezcla de dibujo y fotografía. Muy curiosas, muy bien hechas. Eran caras de chica, utilizando generalmente las modelos de fotonovela. Él ampliaba las fotos que le gustaban y hacía una especie de recreación de una foto que, por ejemplo, la dejaba en el revelado con una pátina muy clara y entonces trabajaba por encima de eso con pinceles y lo remodelaba como una ilustración hecha a mano. 

Ese estudio fotográfico lo abrió Toutain, en parte, para hacer fotocopias de las historietas y venderlas a otros países. Se trataba de fotocopiarlas con la mejor calidad posible y para eso teníamos una fotocopiadora que era la mejor del mercado. 

Hubo una época en la que Toutain intentó crear su propio servicio fotográfico y Lluís y yo fuimos a Ibiza, cuando todavía no era la Ibiza de hoy, para hacer un reportaje sobre la moda Adlib. Nos llevamos a Encarnita Pacheco, que era una de las mejores modelos de fotonovela, para que posara con diferentes vestidos en los paisajes de la Ibiza de los años 60 ó 70. Lluís fotografió también a Dalí y a otra gente bastante interesante, y todas esas fotografías luego se vendían como un servicio más de Selecciones. Fue una experiencia muy interesante porque se creó en un momento en el que no existía nada parecido en España. 

Lluís hizo las portadas, muy trabajadas y muy bien hechas, de las fotonovelas góticas. Eran fotografías a color que hacía en el estudio, cuidando mucho las luces, la composición y hasta el atrezzo, para reflejar lo mejor posible el argumento de cada historia. 

Lo de las fotonovelas góticas fue una idea que nació en Selecciones y Toutain lo cuidaba muy personalmente. Lluís creo que incluso llegó a dirigir alguna. 

Colaboramos bastante él y yo en la revista Hit, que era muy curiosa porque tenía un poco de todo. Había una historieta con aires muy modernos, con chicas con minifalda y cosas por el estilo. Tenía varios artículos de música, con comentarios, un hit parade y entrevistas con cantantes. Recuerdo por ejemplo a Georgie Dann, Raphael y Serrat. Y también una fotonovela con asuntos actuales. Debió durar unos diez u once números.

Lluís era el montador de la revista, diseñaba rótulos, interiores y fotografiaba las portadas. Recuerdo que la de Georgie Dann era una portada hecha en el Barrio Gótico de Barcelona, cuando el Casatschok [1969], uno de los inventos de verano de Georgie Dann. Estaba en una esquina del Barrio Gótico, con una pierna levantada como si bailara el Can-Can, haciendo un paso de su Casatschok. 

Lluís llegó a realizar una portada para Vampirella [la del número 43]. Ahora es pintor, y muy bueno. 

 

CARLOS ECHEVARRÍA (Guionista) 

A Echevarría le conocí en Selecciones a principios o mediados de los años 60.

Debía tener unos diez años más que yo [Echevarría nació en 1932 y Manel en 1942]. Sé que vivía en la calle Independencia, de Barcelona. 

El dirigió muchas fotonovelas de Corín Tellado para Rollán, y escribió también muchas de las adaptaciones a guión de fotonovela. Era muy todoterreno. Hacía guiones policíacos, románticos, para sindicación, y le proponía cosas a Toutain que a veces se hacían y a veces no. 

Físicamente era un tío corpulento, bastante alto, con unos ojos muy grandes y un poco caídos. Conchita Cura, la modelo de fotonovela, le decía siempre que tenía "ojos de vaca triste" (risas). 

Era un personaje muy poco dado a... ¿cómo te diría?... era muy poco dado a hacer amistad o a participar de nada que no fuera entregar su trabajo y marcharse. Nunca tuve un trato muy personal con él. Nos tratábamos en la redacción, pero de ahí nunca pasamos a una intimidad, ni a hablar de cosas personales. 

Yo le perdí la pista después del cataclismo de Rollán y ya no supe nada más de él. Tenía su número de teléfono, en una agenda que he perdido. 

 

JOAN LLARCH ROIG (Guionista) 

Joan Llarch, que era un anarquista convencido, escribía para Selecciones pero era realmente malo. Yo me llevé una bronca espantosa de Toutain porque yo era el que recibía los guiones y el que los distribuía a los dibujantes. Un día Toutain me encontró en mi mesa un cajón lleno de guiones de Llarch, que estaban pagados, pero que no los había dado a los dibujantes porque eran malos. Se me rompía el alma cuando tenía que devolverle guiones a Llarch porque se le veía que le daban unas depresiones al pobre, y yo hice una cosa que no es justa a nivel empresarial, pero, lo siento mucho, yo pensaba que por 500 pesetas que se le pagaba a un guionista, tampoco era como para ponerse como una fiera, que eso para la empresa no era ningún descalabro económico. Pero bueno, me llevé la bronca y lo asumí porque fue una cosa que no hubiera debido hacer, pero pudo más el corazón que la cabeza. 

[Conviene hacer notar que Joan Llarch tuvo luego una larga carrera como novelista y ensayista.]

  

VÍCTOR MORA (Guionista) 

En la época en que yo estaba en Selecciones de corrector de textos, Víctor Mora escribía guiones para Toutain. Un día Toutain me da un guión de Víctor Mora para revisar. Yo me pongo a corregir lo que me parecía que era incorrecto. Por esas cosas del destino, tengo el guión encima de la mesa cuando pasan Mora y Toutain hablando. Mora ve su guión, se da cuenta de las correcciones en bolígrafo rojo y monta en cólera. Que quién coño soy yo para corregir un guión suyo. Me dice textualmente: "Yo tengo premios literarios en catalán, en español y en francés". Yo, sin alterarme, le dije: "Lo cual no significa que tú escribas correctamente en ninguno de los tres idiomas". Ahí Toutain se comportó muy bien, cosa rara en él, porque dijo: "Aquí el corrector es este señor, y este señor tiene todo el derecho a corregir tus guiones, y los de todo el mundo". Ahí Toutain respetó mi posición. 

Víctor Mora era un hombre bastante intratable. Era muy prepotente. Y a mí en ese aspecto nadie me ha pisado jamás. Yo soy muy pacífico y muy tranquilo, pero a mala ostia no me ganaba nadie; en aquella época era muy bravío y tenía una desfachatez bastante considerable. 

 

SALVADOR DULCET (Guionista) 

Era muy amigo mío. Lo tuve al lado en mi última etapa en Selecciones, entre el 70 y algo y el 83, donde estaba como traductor, pero ha tenido una carrera larguísima. Cuando yo lo conocí en Toray, en los años 60, era guionista, y seguramente también traductor o escritor para el departamento de libros, que estaba separado del de cómics, porque le veía ir muchas veces al departamento de libros. 

Era un hombre muy alto y desgarbado. Su máquina de escribir era una portátil de Hispano Olivetti, la Pluma 22. Como tenía las manos más grandes que los pies, no sé cómo podía escribir en aquella máquina porque las teclas eran muy pequeñas. 

 

TUNET VILA (Dibujante) 

Fue compañero de colegio de Toutain, en los Escolapios, que eran las Escuelas Pías, de Barcelona. 

Tunet Vila era un tío que en inglés se dice "good for nothing", bueno para nada, pero que lo hacía todo. Tenía más cara que espalda. 

Cuando yo lo conocí, estaba en Selecciones haciendo fotonovelas para Francia. Más tarde, cuando era yo quien dirigía fotonovelas, me hizo algo de producción porque, como era amigo de Toutain, Toutain le metía en todo lo que podía. Su trabajo de producción era espantoso, me metía en unos lugares que eran totalmente inadecuados para lo que yo tenía que hacer. Era un desastre. En una fotonovela de Corín Tellado, necesitaba una cabaña de pescador, al lado del mar. Me dice que ya lo tiene solucionado y me lleva a su piso, que, evidentemente, ni era una cabaña de pescadores, ni estaba al lado del mar. Había colgado una red en la pared, con unas bolas para hacer de flotadores. Me llevé un cabreo impresionante. Creo que sólo me produjo dos fotonovelas, porque le dije a Toutain que no lo quería nunca más.

El fotógrafo que teníamos, que era genial, era un tío majísimo que se llamaba Antonio Baños, siempre que sabía que tenía que trabajar con Tunet, se llevaba un bote de bicarbonato. Te lo juro, no es una coña. Le daba ardor de estómago trabajar con él. Había trabajado con él muchas veces y estaba desesperado. 

Tunet acabó yéndose a Finlandia, sin hablar ni inglés ni finlandés, para comprar cascos y material de guerra usado y venderlo luego en Barcelona. Como no hay nada más atrevido que la ignorancia, se metía en todo. 

 

 

ACTOR DE TEATRO 

Poco antes de irme a la mili, estudié interpretación en la Escola d'Art Dramàtic Adrià Gual. Llegué a actuar de protagonista en una obra de la que se llegó a hacer una retransmisión por Radio Barcelona, en el Radio Teatro. Era una cosa que se llamaba La trompeta y los niños, un premio de teatro Ciudad de Barcelona, de un hombre que ya murió y se llamaba Juan Germán Schroeder. Fue un hombre de teatro muy importante, que también la dirigió, y me honró mucho que me eligiera de protagonista. Como colaboraba con la escuela, propuso la obra y le dieron mano libre para que escogiera a quien quisiera. Yo hacía de chaval de 14 años, cuando ya tenía 18 ó 19. 

Más o menos por la misma época hice otra obra para un amigo mío, Pierrot, que tenía unas obras que llamaba Teatro de Impacto. Fue una historia de terror, que se llamaba El diario de ER, pero fue una representación de aficionados. No hice más obras porque luego me fui a la Mili, pero yo lo que quería era demostrarme a mí mismo que podía hacer teatro. 

Más tarde, durante mi segunda época en Toray, había un andaluz en la sección de libros que era un loco muy divertido, llamado José Ariza, al que también le gustaba el teatro, y me cogió de protagonista de una obra que iba a dirigir que se titulaba Como las secas cañas del camino, de José Martín Recuerda. Yo hacía de un adolescente que se enamora de su maestra, que interpretaba Rosario Coscolla. Fue memorable porque Rosario Coscolla tenía muchas pretensiones porque había estudiado en el Institut del Teatre de Barcelona. Eso le daba mucho prestigio y nos miraba a todos muy por encima del hombro, especialmente a mí, que no era actor profesional, y sólo me había subido a un escenario una vez con Pierrot. Incluso Elisenda Ribas, que es actriz profesional de cine y de teatro, era mucho más amable y mucho más accesible que ella. 

Teníamos una escena en la que yo tenía que declararle que estaba enamorado de ella, y que sabía que era imposible y que todo era una frustración para mí. El día de la representación, en esa escena, empecé a llorar de verdad y la tía se quedó alucinada porque en los ensayos no había sido así. En los ensayos se marcan los movimientos, pero no se da la intensidad de una representación. Como era una representación única [que tuvo lugar el 8 de noviembre de 1965 en el Teatro CAPSA de Barcelona], puse toda la carne en el asador. No era mi intención ponerme a llorar pero me dejé llevar por el texto y cayeron los lagrimones. 

 

 

SERVICIO MILITAR

1 Agosto 1963 - 20 Junio 1965 

Fue muy divertido porque el día 29 de julio era mi aniversario y me regalo de cumpleaños fue el 1 de agosto, incorporarme. Mis padres me acompañaron a la caja de reclutas. Yo estaba acojonado vivo porque no sabía qué era aquello. En el momento en que estaba trabajando muy a gusto en Selecciones, que me rompieran la vida durante dos años, me pareció una putada mayúscula, y me lo sigue pareciendo. Tuve la suerte de que me destinaron a Barcelona porque tenías dos opciones: o presentarte voluntario y elegir destino, o que te sortearan y te tocara en el quinto coño. 

Nos metieron a todos en camiones descubiertos, como ganado, y nos pasearon por media Barcelona con destino al cuartel, donde nos vacunaron y nos hicieron la revisión médica, que consistía en hacerte bajar los calzoncillos, ponerte la mano debajo de los testículos y hacerte toser [para detectar si hay hernia inguinal]. 

Recuerdo clarísimamente la escena de una nave llena de literas dobles, con una triste bombilla desnuda colgada del techo, y yo en la litera superior, tiritando, con una reacción bestial que me hizo la vacuna, con fiebre, y llorando. Me sentí totalmente abandonado, desprotegido, y en manos de una gentuza que yo no sabía cómo serían, ni cómo sería mi vida en los dos años que me quedaban por delante. Esa imagen la tengo clavada en la mente y ha sido un sueño recurrente durante mucho tiempo. 

Luego nos llevaron al cuartel de Tremp, en Lleida, en un tren solamente para nosotros, que tenía que ceder el paso a todos los trenes con los que se cruzara. Total, que tardamos casi todo el día entero. El cuartel estaba en construcción. No había agua corriente, teníamos que afeitarnos con agua mineral comprada en la cantina, y, en tres meses, sólo me pude duchar una vez, en agua helada. 

Salíamos a hacer gimnasia en calzoncillos y camiseta, a cero grados. 

En la mili hice una cosa muy curiosa, que fue intuitiva, pero que luego me ha servido mucho. Entonces no había oído hablar de la meditación, pero lo que hice fue como los caracoles cuando les tocas los cuernos, que se meten para dentro de la concha. Yo hice lo mismo, me metí para dentro de mí mismo, hice una introversión absoluta, y era como si todo lo que me estaba pasando le pasara a otra persona. Pensé: no puedo dejar que esto me afecte, tengo que hacer algo para evitar que las cosas me repercutan tanto. 

Durante tres meses me destinaron a una instalación agraria en la que había un capitán, que era casi analfabeto, que se cuidaba de cosechas y cosas por el estilo, y allí estuve la mar de feliz y contento. 

Luego en el cuartel me pilló de asistente el Teniente Coronel Rafael de Oleza Costa, jefe del regimiento. Yo estaba en un despacho al lado suyo, con una máquina de escribir. Entre otras cosas, yo hacía las órdenes de servicio para la semana siguiente y, si un capitán me caía mal, entonces le colocaba un servicio puto. Me pasé el resto de la mili con este Teniente Coronel que era un hombre buenísimo. 

Era tan buen hombre, que tuvo el detalle genial de permitirme que, una semana después de terminar la mili, me pudiera ir a Londres, porque, cuando te daban la licencia, había una carencia de unos tres meses, o algo así, durante los cuales no podías salir de España. Le pedí por favor que me firmara una autorización y gracias a eso pude coger el avión a Londres. Eso fue gracias a Oleza. 

Me fui a Londres quince días para despejarme la cabeza y quitarme el mal sabor de la mili. Me compré mi primer disco de los Beatles en pleno barrio de Piccadilly. 

Antes de Londres yo ya había estado en París. A primeros de los años 60, Toutain me mandó a la editorial Artima, que estaba en el norte de Francia, justo en la frontera con Bélgica, para ofrecerles el material de Selecciones. Toutain me pagó el viaje en tren hasta París y luego me tuve que pagar yo el billete hasta Tourcoing. Fue mi primera visita a París, que me moría de ganas de conocer, y por eso no me importó tener que pagarme el hotel. 

 

 

EL PRIMER TRADUCTOR DE ASTÉRIX EN ESPAÑA 

Cuando quise volver a Selecciones me quedé colgado porque Toutain no me había guardado el puesto de trabajo, a pesar de que me lo había dicho. 

Creo recordar que me ofrecí como traductor a varias editoriales y fue Editorial Molino quien me dio para traducir los tres primeros álbumes de Astérix, que fueron Astérix el Galo (1965), La hoz de oro (1966) y Astérix y los godos (1966), hasta que Bruguera le quitó los derechos. [Cuando Bruguera reeditó los tres primeros álbumes, encargó nuevas traducciones.] 

 

 

EDICIONES TORAY

Segunda etapa: Mediados 1965 - Mayo 1967 

Al final me volvieron a coger en Toray, a pesar de que les había abandonado en 1959 para irme con Toutain.    

En mi segunda época en Toray hice prácticamente de todo. Escribía guiones; repasaba todos los guiones de la casa para corregirlos gramaticalmente; hice algunas traducciones para el departamento de novelas; maquetación de portadas; y también elaboré los grafismos de muchas contraportadas. Como yo tenía muchas iniciativas, me dejaban hacerlas. Primero porque Eugenio Sotillos, que era el Jefe de Redacción, y yo, nos entendíamos muy bien. Y segundo, porque yo ya cobraba un sueldo como redactor, traductor y corrector, y cada vez que tenía una idea de éstas, ahorraba dinero a la casa. Supongo que me dejaban hacer tanto porque pensaban: "Mira este gilipollas, se harta de hacer cosas y nos ahorra dinero". Pero los guiones que escribía sí que me los pagaban aparte. 

Haciendo contraportadas, por lo menos, me divertía un poco. Hice muchos grafismos de contraportada para colecciones como Babette, Salomé y Las Enfermeras, que eran para chicas, y para Brigada Secreta y Hurón, que eran policíacas. A veces, como en Las Enfermeras, cogía algún dibujo del interior y lo retocaba. Lo que nunca hice fue buscar fotografías para trabajar sobre ellas, salvo en el caso de Brigada Secreta, donde las portadas eran escenas de películas. 

Puede que hiciera algunas portadas, pero no muchas, porque eran pintadas casi siempre, y yo, en mis dibujos, llegaba hasta cierto punto, pero a hacer dibujos realistas no me he atrevido nunca. 

Me acuerdo de una que se llamaba Hoy el viento huele a lluvia. Ahí dibujé una india con un sari, y ya me atreví a hacer una cara y una figura más realista.

Esta portada de Torbellino #11 encaja con la descripción de Manel, pero ignoro si él figura acreditado como su autor en el interior del tebeo

Es posible, entre comillas, que yo hiciera un boceto con esta imagen para la contraportada del número anterior (donde se publicaba un texto con un anticipo de lo que iba a ser el número siguiente), y que luego ese boceto se le pasara a un portadista profesional para que lo usara para la ilustración del número siguiente.
 

En Brigada Secreta las portadas no eran pintadas. Se usaban escenas de películas policíacas. 

 

En las contraportadas de BRIGADA SECRETA #77 y #81 se usan dos fotografías que no son de películas, acreditadas a "ESTUDIO TORAY".

Desde luego, mientras yo estuve allí, no tengo constancia de que se hicieran fotos en el estudio para usar en las portadas. 

Cuando entré en Toray, Brigada Secreta ya se publicaba y lo único que me dejaron hacer fue pasarle un poco el mocho por el diseño, que era muy antiguo y muy repetitivo. Con las portadas y contraportadas intenté que fuera un poco más moderno y variado, y que llamara un poco más la atención.

Portadas de Brigada Secreta #185 y #186


Estas portadas [acreditadas a Manel en el interior del tebeo] no soy consciente de haberlas hecho. La de vudú es posible que sea mía porque mis colores básicos siempre han sido blanco, rojo y negro. 

Los grafismos de las contraportadas sí que recuerdo haber hecho muchísimos. Todas las contraportadas que sean grafismos, la mayoría son mías. Lo que esté firmado Manuel segurísimo que es mío.





[Arriba, cuatro contraportadas de Brigada Secreta con grafismos de Manel.]

 

[Abajo, un ejemplo de cómo, a veces, Manel cogía el fotograma que se iba a utilizar como portada (en este ejemplo, la de Brigada Secreta #158), y lo retocaba para su contraportada del número anterior.]




ROBOT 76

Colección de ciencia ficción de 16 números (1967)


El dibujito del robot que iba en la portada [y que se repetía en la página de créditos] lo dibujé yo. Fue una colección que duró cinco minutos.

Las dos primeras páginas de Un centavo por sus pensamientos, en Robot 76 #10

[Este es el único guión que Manel escribió para esta colección. Cuando le leo el texto de estas dos páginas, sin advertirle de quién es el autor, enseguida me dice:]

Este texto es mío. André Maurois y La máquina de leer los pensamientos es un libro que yo me leí cuando tenía 18 años o algo así y me gustó mucho. 

 

HURÓN

Colección policíaca de 64 números (1967-69) 

Esta colección [que sustituyó a Brigada Secreta] nació estando yo en la redacción, y la maquetación de la portada, que siempre se repetía, la hice yo. Eso de la cabecera de la serie arriba, la ilustración en medio y el título del episodio abajo, con franjas blancas de separación, de eso me acuerdo muy bien porque fue un diseño mío, y era una maqueta fija. 

Hice también el dibujito del hurón que iba junto al título.



En los primeros números de la colección HURÓN se alternaban tres personajes fijos: NOËL BERTRAND, guión tuyo y dibujo de CARLES PRUNÉS; MARK DANGER, guión tuyo y dibujo de JOSEP GUAL; y DONALD CASH, guión de EUGENIO SOTILLOS y dibujo de JORDI NABAU. 

Reconozco los nombres de los personajes que escribí yo, y seguro que fueron creados por mí. 

Donald Cash es un nombre horrible, menos mal que no es mío. 

 

A partir del número 37 de HURÓN, y hasta su cierre en el número 64, desaparecen los tres personajes fijos, en favor de historias independientes. 

Eso debe querer decir que tanto Sotillos como yo nos cansamos de meter personajes fijos. Nos aburrimos. Y seguramente, a partir de ahí, ya no debe haber guiones ni de Sotillos ni míos. [Manel todavía escribe tres guiones más, pero con personajes sueltos; Sotillos, ninguno]. 

 

En las contraportadas de los primeros 24 números de HURÓN se publicaron fotografías y pequeñas biografías de sus autores, empezando contigo.

Este texto no lo escribí yo, porque yo no quería escribir de mí mismo. Lo escribió Sotillos. Como, seguramente, si hay alguna biografía de Sotillos en otros números, se la debí escribir yo. 

Muchas de estas historias se pasaban a Selecciones para ver si se vendían internacionalmente. Lo sé porque he visto ejemplares publicados en otros países con guiones míos. Eso sí, sin cobrar por ello. De estas publicaciones me enteré no por Toray, sino por Selecciones, porque los editores extranjeros tenían la amabilidad de mandar unos ejemplares impresos, y en Selecciones tenían la poca habilidad de dejarlos a la vista. En Cataluña a esto lo llamamos "Fer la Puta y la Ramoneta" [para hacer referencia a la duplicidad de un acto]. 

En cuanto a lo de que "sus inesperados desenlaces sorprenden siempre al lector", sí que eran inesperados, hasta para mí [se ríe]. Un sistema de escribir mío era que, cuando empezaba una historia de misterio, no se podía adivinar nunca el final porque yo no tenía ni puta idea de quién sería el asesino. Lo decidía en el último momento, y le cargaba el muerto, nunca mejor dicho, a uno de los varios personajes que aparecían. 

Lo más importante es que, al empezar a escribir el guión, ya lo iba dividiendo por páginas. Esto me facilitaba que, cuando llegaba a un momento culminante de la acción, procuraba ponerlo de forma que el lector tuviera que pasar la página para ver qué pasaba a continuación. 

Lo que no hacía era escribir primero un resumen de la historia, porque ni yo mismo sabía cómo iba a evolucionar. Inventaba a medida que escribía. 

Lo que hacía también era marcar el número de viñetas al dibujante. Podía haber varias viñetas o, cuando la sorpresa de la acción lo requería, una viñeta entera por página. 

En las fotonovelas, en cambio, escribía toda la historia entera, y luego, una vez hecho el rodaje, y con los contactos encima de la mesa, veía fotos que merecían una página entera. Luego, para compensar, ponía seis fotos en la página siguiente. La paginación es algo que he tenido siempre muy en cuenta.

Detalle de las contraportadas de Hurón #6, 12, 19 y 22



En estas fotos se nota que yo era muy vanidoso. Siempre me ha encantado que me hicieran fotos. Era muy egocéntrico. 

Es cojonudo escribir una historieta como la del número 3, Ver Estambul... y morir, situada en tres ciudades (Moscú, Londres y Estambul) en las que nunca había estado, tiene narices. El atrevimiento de la juventud... Aunque a veces hacía algún pequeño trabajo de documentación: me acuerdo perfectamente de escribir un guión que pasaba en Ámsterdam y le pedí al Consulado que me mandaran mapas. Es una buena combinación: un poco de trabajo de documentación y un buen pedazo de morro. Se pueden hacer milagros. 

En esa época llegué a escribir tanto, que me da vergüenza. Entre lo que escribí para Toray y lo que escribí para Selecciones, madre mía... Escribí guiones para todas las colecciones de Toray, como Las Enfermeras, Torbellino, Salomé, Rosas Blancas, Susana, Babette, Brigada Secreta, Hurón, Espionaje, Robot 76, Serenata Extra, Relatos de Guerra, Sioux, Hazañas del Oeste... Para unas más y para otras menos.


Contraportadas completas de Hurón #2 y 8

Jordi Nabau era un chaval que murió muy joven, creo que antes de los cuarenta, y que estaba en el estudio de dibujantes de Toray, que dirigía Longarón. 

Esos textos donde cada dibujante habla de la historia, no creo que lo escribieran los propios dibujantes. Esto lo debíamos escribir entre Sotillos y yo.

Detalle de las contraportadas de Hurón #5 y 15

Viñeta inicial de la historieta del Almanaque 1965 de Serenata Extra

Eugenio Sotillos era el jefe de redacción. Era un tío que hacía programas de radio y lo ficharon para jefe de redacción y guionista. Pero hacía también cosas de estas [contraportadas]. Fue el creador del personaje de Gorila, para Toray, que era un sargento americano durante la Segunda Guerra Mundial. Como era su personaje, lo cuidaba con un amor extremo y no intervenía nadie más que él. Escribía todos los guiones y se hacía también las contraportadas.




Carles Prunés era muy bueno. Era el único dibujante de Selecciones que tenía estudios académicos. Además, fue el primer dibujante español que trabajó para Warren, y lo hizo directamente, sin agente intermedio, y antes de que Warren empezara a contratar a los dibujantes de Selecciones.

Antonio Borrell tenía la obsesión de que se parecía a Tyrone Power. 

 

(Los guionistas) 

En Toray yo no trataba directamente con los dibujantes ni con los guionistas, eso lo llevaba Jordi Gotarra, que era quien se encargaba de salir a recibirlos en una sala de visitas que había fuera de la redacción, y de recoger los trabajos. Él también escribía guiones. 

Gotarra tenía gafas y solía llevar bigote, pero a veces se lo quitaba. Estaba sentado al lado de mi mesa, pero él hacía su trabajo, yo hacía el mío, y no comentábamos nada. Pero era muy majo y muy buena persona. Yo le conocí mucho, iba a comer muchísimo a su casa, y teníamos muy buena relación. Su mujer se llamaba Nuria Franch. 

Enrique Sánchez Pascual para Toray sólo usó un pseudónimo, que era Alex Simmons. Escribía guiones policíacos, de guerra y del Oeste. Por su forma de ser, no creo que escribiera ningún guión romántico para Toray. 

Victoria Sau Sánchez escribió una novela de bolsillo genial que se llamaba La mala sombra [1958], que pasaba en un pueblo pequeño de España, con todos los personajes típicos, como "la vieja del visillo". Era una novela genial, de verdad. 

J. Dalmau era Josefina Dalmau, que formaba parte de la redacción de Toray. Escribió muchos guiones para Rosas Blancas y Susana, pero firmando Ester, que era el nombre de su hermana. Al principio no quería firmar con su nombre, y estuvo usando Ester durante una larga temporada y luego se decidió por J. Dalmau. Esto lo sé con seguridad porque fue muy amiga mía. 

María Victoria Rodoreda, si no me falla la memoria, era la mujer de Juan Almirall, que también era guionista. 

Nuria [que firma un guión de Serenata Extra] era una chica de la redacción, pero no era guionista profesional. La recuerdo perfectamente porque se sentaba en una mesa frente a mí. Debía tener unos 25 años. Era morena, pelo hasta los hombros. Trabajaba uniformada con una bata de dependienta de color gris, como si estuviera en una fábrica. ¡Ahora recuerdo el apellido! Rodríguez. 

Jaume Carrera era un chaval muy joven en esa época. Pero no recuerdo nada más. No me suena que hubiera otro Jaume guionista en Toray, así que esos guiones de Hazañas del Oeste que sólo vienen firmados "Jaume", sin apellido, deben ser de Jaume Carrera. 

En publicaciones como Azucena y Rosas Blancas, que eran cuadernillos apaisados de pocas páginas, no había página de créditos: de la portada se pasaba a la primera página de la historieta. En estos casos, el rotulista de la historieta era también quien rotulaba los nombres de los autores en la primera viñeta. En las colecciones de formato vertical, que tenían más páginas, sí que había una primera página de presentación, donde también se acreditaba al guionista y al dibujante, pero eso lo hacíamos los de redacción. Por eso a veces podía ocurrir que el nombre de un autor estuviera escrito de forma diferente en cada uno de ambos sitios. 

También podía ocurrir que yo, al hacer la página de presentación, si conocía al autor, lo pusiera como "Jaume". El rotulista, en cambio, que no veía la página de presentación, y sólo utilizaba como guía la firma que el autor había puesto en el guión, lo podía poner como "Jaime". O, si el rotulista era catalán, podía poner "Jaume" de forma mecánica, y en la presentación salir "J." o "Jaime". El que el nombre de un autor apareciera a veces en castellano, y otras en catalán, era totalmente aleatorio. 

E.B. Roca no creo que sea un guionista de paso, sino que puede ser un pseudónimo. Los novelistas que trabajaban para Toray, a veces hacían algún guión de tebeo, y no querían firmar con su nombre. 

Había pseudónimos muy graciosos, como Luis García Lecha, que firmaba Louis G. Milk. 

Joaquín Martínez Piles era un hombre que estaba en Toray pero no sé exactamente lo que hacía. Andaba de un sitio a otro. Creo que trabajaba en la sección de novelas, y, de vez en cuando, escribía algún guión. 

 

En Toray, cada sábado nos regalaban un lote con varias publicaciones de la casa, que eran restos de impresión: cuatro o cinco tebeos y un par de novelas de bolsillo, que a mi madre la hacían muy feliz. Allí mismo en la redacción abríamos los paquetes y nos intercambiábamos lo que no nos gustaba. "Toma, una de guerra, que yo no quiero. Ésta es de amor, para mi madre." 

 

¿Recibíais correo de los lectores en TORAY? 

Sí, de vez en cuando. En Toray no había sección de correo, más que en la revista Confidencias del Dúo Dinámico. Las cartas que llegaban se leían y se "archivaban" en la papelera. En Rosas Blancas, de vez en cuando, contestábamos alguna carta. Pero la opinión de los lectores no influyó nunca en el contenido de una colección. 

 

SERENATA EXTRA: CONFIDENCIAS DEL DÚO DINÁMICO

Colección de temática musical de 64 números (1963-65) 

Antes de empezar a dibujarse la colección, para que los dibujantes tuvieran referencias de las caras del Dúo Dinámico, fui yo personalmente a la casa de Ramón Arcusa para hacerles fotos. La dirección era en la calle Rosselló [nº 408], esquina Avenida Gaudí, al lado de la casa donde nació y se crió Silvia Tortosa, y casi enfrente del edificio donde vivía Conchita Cura, la actriz de fotonovelas, con su marido. Cuando Conchita se mudó, conseguí quedarme con su piso, porque me encantaba, de haber ido a comer allí muchas veces, y estuve viviendo en él durante 25 años. 

Me llevé al fotógrafo con el que trabajé luego durante años en las fotonovelas, que era Antonio Baños, y les hicimos cantidad de fotos para el archivo, en diferentes posturas, y poniendo diferentes caras, para que los dibujantes las usaran de referencia. 

[Serenata Extra se empezó a publicar en 1963, posiblemente en torno al mes de febrero. Por esa época, Manel estaba trabajando en Selecciones Ilustradas, donde entró en mayo de 1959. En agosto de 1963 se fue a la Mili, y no volvió a Toray hasta la segunda mitad de 1965, cuando Serenata Extra ya iba por los 50 números, aproximadamente.] 

En esa sesión de fotos ahora recuerdo que estaban también Guillermo Hierro y Marcel Miralles, que trabajaban ambos para Selecciones, pero no recuerdo la razón de que estuvieran ahí, porque no hicieron nada más que la sombra del botijo. 

[Lo más probable es que Antonio Ayné le pidiera a Toutain, con el que mantenía una estrecha colaboración, que se encargara de esta sesión de fotos, y Manel la llevó a cabo como empleado que era entonces de Selecciones.]  

Jordi Gotarra era quien se encargaba de la colección. Yo ahí no pinté nada, más que escribir algún guión.


Arriba: Fragmento del artículo de Serenata Extra #54 que narraba la visita del Dúo Dinámico a la editorial, donde se menciona a Jorge Gotarra como Redactor Jefe de la revista

Abajo: La protagonista de la historieta del #59 se entrevista con el responsable de la publicación, "el señor Jorge Gotarra":


[En los números 53 y 54 se publicó un reportaje sobre la visita del Dúo Dinámico a la redacción de Toray.] Nunca habían puesto los pies en la editorial, hasta esa vez.

[Manel en otro fragmento del citado artículo de Serenata Extra #54:]


Manel y el Dúo Dinámico


Portadas de Serenata Extra #1 y 2
Había portadas con el Dúo Dinámico en primer plano, que tenían en el fondo dibujos de fans alborotadas, levantando los brazos y gritando. Esos dibujos los hacía Pepe González, en la época boyante de la colaboración entre Toray y Selecciones, que se rompió al cabo de los años.

En los números 1 al 36 había una segunda historieta, bajo los encabezados RAMÓN NOS CUENTA o MANOLO NOS CUENTA, que no estaba protagonizada por ellos, sino que eran historias independientes de corte romántico. 

Ahí seguramente había material que debía proporcionar Toutain, por los acuerdos que tenía con Ayné, porque debían ser historias sacadas de las revistas inglesas Valentine, Marilyn y Roxy, de la Fleetway, que dibujaban los artistas de Selecciones. 

Cuando se iba a Londres, Toutain hacía muchas fotos de las calles para que los dibujantes pudieran ambientarse adecuadamente para estas historias. 

 

La sección Nuestro Club [el correo de los lectores, que supuestamente respondía el Dúo Dinámico en persona] la escribía Gotarra.

 

El dibujante Andra [de la historieta del #4] era de Selecciones, se llamaba Andrés, pero no recuerdo el apellido.

 

Había una sección pesadísima que se llamaba Ellos, mis compañeros y yo, unos artículos de un tío, Javier Durán, que era un "cantante" del cual nadie, nunca, oyó hablar. Un farsante y un fantasma. [Aunque en el artículo de presentación del #29 se mencionan cuatro películas y una obra de teatro en las que se supone que ha actuado, no he conseguido validar ninguno de los datos de tal currículo.]

 

Enrique Martínez Fariñas [que escribió varios artículos] era muy impresentable. Era el típico que no entendía de nada pero escribía de todo, como los contertulios de la tele de hoy en día, más o menos. 

Era amigo de Enric y Virginia, y Virginia me contó que un día le invitó a comer y le pilló limpiándose los dedos en las cortinas. Para que entiendas mis matices sobre el personaje. 

Uno de los trabajos sucios que hacía era vender a Toray fotografías de actores y de cantantes para Serenata Extra, que él sacaba gratuitamente de las discográficas o de las distribuidoras de cine. Por eso es que jamás me cayó bien. 

 

En los números 42 y 64 hay un par de entrevistas a cantantes firmadas por PIERROT.


Él se llamaba Antonio Gracia José. Fuimos muy amigos, amigos hasta la muerte. Murió de cáncer hace unos años [2011]. Es una persona que para mí fue muy importante. Pierrot empezó a mandar fotos suyas a la redacción de Toray, vestido y maquillado como un pierrot. A Sotillos le hacía una cierta gracia, supongo que porque captaba, como yo, que era gay, y Sotillos tenía un ramalazo importante también, aunque nunca llegó a manifestarlo. A partir de ahí, empezó a permitirle que hiciera alguna colaboración. 

Pierrot intentó luego buscar la fama haciendo actuaciones en las salas de fiesta. Llegó a actuar en la sala Barcelona de Noche, y también en Madrid. No era exactamente un travestí. Actuaba en salas de fiesta gays, vestido de forma muy lujosa pero nunca travestido. 

Se llegó a editar su propia revista de terror, que se llamaba Vudú, en la cual escribí un artículo que se llamaba La fetonovela. El título se lo puso Pierrot, porque a él las fotonovelas le parecían despreciables como género. 

Él dibujo algunos carteles del festival de cine de terror de Sitges. Dibujaba mucho y hacía esculturas también. Yo tengo aquí en casa un cuadro que le compré, que es un retrato de Mina, la cantante italiana, que a él le gustaba mucho, y a mí también. 

 

(Opinión final sobre el DÚO DINÁMICO) 

Es irónico que, durante el confinamiento de 2020, toda España salía a las ocho de la tarde a aplaudir a los sanitarios al son de su canción Resistiré, y precisamente ellos son ahora unos negacionistas y dicen que el Covid fue un timo. 

[Extracto de algunas declaraciones que hicieron en una entrevista publicada el 9 de mayo de 2024 en ElMundo.es:

- "Sabíamos que había habido una guerra y que Franco pregonaba su paz. Para los mortales no politizados, la vida en esos años era plácida, con más seguridad que hoy."

- "...la pandemia en España, que jamás existió..."

- "...el llamado cambio climático por culpa de los humanos, sin duda el timo más universal jamás perpetrado en favor de negocios eólicos y solares para hundir los del petróleo..."] 

 

 

Director de fotonovelas de CORÍN TELLADO para EDITORIAL ROLLÁN

Junio 1967 - 1973 

Mi segunda etapa en Toray se terminó cuando Toutain me vino a buscar para que trabajara en las fotonovelas de Corín Tellado que Selecciones Ilustradas le suministraba a Rollán. 

Rollán había empezado a hacer fotonovelas en Madrid [desde 1966], dirigidas por Manuel Medina, el guionista de tebeos, y en 1967 Rollán y Toutain se pusieron de acuerdo para que también nosotros hiciéramos fotonovelas desde Barcelona. Pero en Madrid siguió la producción, con Manuel Medina y otros directores. 

Aparte de las adaptaciones de Corín Tellado, Rollán tenía otras colecciones como Selene, que era también romántica, pero con guiones originales. Y, sobre todo, la colección Gótica, que fue una producción totalmente de Selecciones para Rollán, en la que no intervino ningún guionista o director de Madrid. 

Silvia Tortosa, que se acaba de morir, fue la protagonista de la primera fotonovela que dirigí de la serie de Corín Tellado.

Para las fotonovelas de Rollán creé una serie de la que estaba enamorado, que se llamaba Sortilegios, en la que había dos personajes fijos: una adivina y su ayudante. La gente iba a consultar las cosas que les pasaban y la maga adivinaba en su bola de cristal lo que les había ocurrido. Pero fue la desgracia de empezarla justo en la debacle de Rollán y sólo duró tres números. 

El contrato que tenía Rollán con Corín Tellado era un contrato delictivo totalmente, porque Corín Tellado estaba contratada por Bruguera en exclusiva [pero en unas condiciones tan poco favorables para la escritora, que por eso ella decidió ofrecer también sus novelas a Rollán]. Durante años hubo un pleito, que no se resolvía, pero, el día que se resolvió [en 1973], Corín Tellado tuvo que volver a Bruguera, Rollán se quedó sin los derechos y ya no se pudieron hacer más fotonovelas. 

Toutain nos dejó en la calle a todos lo que trabajábamos en ellas, así por las buenas, y entonces me tuve que buscar la vida. Me ofrecí a Bruguera para hacerles fotonovelas por el mismo precio que me había estado pagando a mí Toutain, que era un presupuesto cerrado de 45.000 pesetas para cubrir el coste total de cada fotonovela. Y ellos aceptaron encantados, porque les salía muy bien. Pero, por lo que fuera, supongo que por la caída de las ventas, porque la fotonovela tuvo una vida intensa pero breve, hice muy pocas para Bruguera antes de ellos dejaran también de publicarlas. 

Estas fotonovelas que hice para Bruguera eran en color. Poco antes de que Rollán cayera, ha habíamos empezado a hacerlas en color. Antes eran todas en blanco & negro. 

 

 

TRADUCTOR PARA DOBLAJE DE PELÍCULAS 

Hay otra época, que ya no recuerdo cuándo fue, en que traduje dos películas seguidas para la empresa de doblaje Voz de España [de Barcelona]. Una era Detective sin licencia [Gumshoe, 1971, estrenada en España en 1972] con Albert Finney, y la otra El secreto de vivir [1936] de Frank Capra, con Gary Cooper. Es un campo en el que me hubiera gustado seguir trabajando, pero no hubo posibilidades. 

 

 

EDITORIAL VILMAR

(1975) 

La editorial se llamaba así por Vilanova Martí, a quien nunca conocí. El director editorial era Antonio Bueno Tello, que es con el que yo tuve relación directa. Yo lo que creo es que Vilanova Martí debía ser, por decirte algo, y me lo invento, un empresario al que Antonio Bueno consiguió engatusar para que montara una editorial y la dirigiera él. Seguro que era un señor con dinero, totalmente ajeno al mundo de las editoriales. 

Recuerdo que la mujer de Antonio Bueno estaba por allí pero no hacía nada, era mera decoración, y nunca llegué a saber cómo se llamaba. Tenía también dos hijas. 

Para poner en contexto a Antonio Bueno, yo le conocí en Ediciones Toray, en el año 1965 ó 1966, donde yo entonces trabajaba como redactor y publicista y Antonio Bueno era el corredor de la casa: era la persona que iba con ejemplares de las revistas visitando provincias y enseñando a los libreros y a los quiosqueros el material de Toray, para quien no lo conociera, a ver si se lo podía colocar. 

Un día, en Toray, se me estaba quejando muy amargamente de lo mal que estaban las cosas, de que el sueldo que cobraba no le bastaba, que era muy justo. Me dijo: "Mira si están mal las cosas, que he tenido que trucar el cuentaquilómetros." "Vaya, pues procura que no se entere nadie de esto porque si no, te va a caer un paquete." Y me dice: "No, no, no, qué va, qué va, yo voy a hablar con el administrador" (que era un tal señor Santiago Bardagí, que tenía una mala leche impresionante) "y se lo voy a contar y le voy a decir lo del cuentaquilómetros, lo de que no me sale a cuenta, para que él vea lo mal que están las cosas." Yo le digo: "Tú mismo, pero creo que te va a salir mal la jugada." El tío se mete en el despacho de Bardagí y, evidentemente, los gritos se oían desde la otra punta de la editorial. La consecuencia es que le despidieron.

Fragmento de un artículo en Serenata Extra #53

Esa fue la última vez que yo vi a Antonio Bueno hasta bastantes años después, cuando dejé de hacer fotonovelas. No recuerdo cómo fue que acabé trabajando para Vilmar. Supongo que, o me llamaría Antonio Bueno, o yo vi alguna revista y decidí acudir a él. Sinceramente, no me acuerdo. El caso es que Antonio Bueno me dice, en aquella época, mediados de los años 70, que me coge un pack de 10 guiones, que él ni se los va a leer, ni los va a corregir, entre otras cosas, y entre paréntesis, porque era casi analfabeto y no creo que pudiera tener el menor criterio respecto a un guión. Me ofrecía un pack de 10 guiones a 500 pesetas. O sea, que salía a 50 pesetas el guión. 

Yo había hecho guiones para Toray y para Selecciones Ilustradas, y el precio estándar por guión debía oscilar entre unas 350 y 500 pesetas, o algo por el estilo. Yo lo que más recuerdo son 500 pesetas, por guiones de 30 viñetas. 

Yo le dije: "¿Te das cuenta de que yo el pack de 10 guiones te lo voy a hacer en una mañana?" Y él me dice: "Vale, vale, porque yo se lo doy directamente a los dibujantes." Si mis guiones eran lo que te puedes imaginar, los dibujantes eran lo que también te puedes imaginar, porque era lo peor de cada casa, o los que no encontraban trabajo en ningún otro sitio. O, los que como yo, estaban en un bache entre trabajo y trabajo. Total, que empezamos una colaboración y yo creo que le hice unos dos lotes de 10 guiones, o algo así.

Pánico #29 (1975), con dibujo de José María Martín Saurí

Pánico #28 (1975), con dibujo de Vicente Cebollo


Entonces surgió la posibilidad de hacer otra cosa, que fue unas fotonovelas eróticas, y cuando digo eróticas es que solamente se veía a las mujeres con los pechos al aire. Le hice unas cuantas.
 

Después de eso, él tuvo la idea de hacer unas pequeñas novelitas, muy cortas, creo que tendrían 38 páginas como mucho, que sería texto mezclado con fotografías intercaladas. Las fotografías eran de la misma índole que las fotonovelas eróticas, que eran señoras con las tetas al aire y revolcándose por el suelo con el señor encima, pero el señor con taparrabos y la señora también. Los relatos eran historias típicas calientabraguetas, ilustradas con 12 fotografías. De eso me acuerdo perfectamente, 12 Rolleiflex, transparencias. Y para eso cogí a un fotógrafo que había trabajado mucho conmigo en fotonovelas, que era Gerardo López Cruz. Hicimos juntos media docena de novelitas de éstas, o algo por el estilo. 

Antonio Bueno era una de esas personas que le encantaba ir a vernos, imponía su presencia en los rodajes de las fotonovelas eróticas, porque quería ver tetas. Y eso nos incomodaba tanto a los actores como a mí. 

Era un tío que, cuando estábamos en el descanso de alguna fotonovela, nos invitaba a comer, siempre en un club de tenis que está por el barrio de La Bonanova, en Barcelona, porque él era socio, y le gustaba ir allí con gente y fardar un poco de sus amistades. "Sí, son chicos que me hacen fotonovelas", y cosas así. 

En las comidas tenía un detalle que a mí me ponía especialmente histérico, porque pedía vinos buenos y caros, y cuando se lo servía en la copa, le ponía un par de azucarillos dentro. Recuerdo un día que estuve a punto de clavarle el cuchillo que tenía en la mano, porque estaba diciendo: "Hace dos días, he venido aquí al club de tenis a comer con Elizabeth Taylor." Era tan fantasma, pero tanto, que es algo inimaginable. Las cosas que contaba no se las podía creer ni la gente más estúpida del mundo. 

Un día me llega a mi casa una carta de un abogado, que me dice que tengo un juicio por inmoralidad pública, por causa de las novelitas eróticas. Yo alucino. Llamo al abogado por teléfono y le digo: "Explícame un poco de qué va esto. ¿Qué ha pasado?" "Pues nada, que hay una denuncia de una familia cristiana", o algo así, no sé qué coño era. Era una familia de esos cristianos de golpe en pecho, que van por ahí mirando las inmoralidades que se cometían en los años 70. Yo le pregunto: "¿Pero esta denuncia, viene de esta sociedad de familias cristianas?" "No, no, no. Esta denuncia contra ti y contra el fotógrafo viene de Antonio Bueno. Estas familias cristianas han presentado una denuncia en el juzgado, el juzgado ha denunciado a Antonio Bueno, y Antonio Bueno os ha denunciado a vosotros." 

Me voy a ver al abogado en persona y me dice: "El editor os demanda a ti y al fotógrafo." Yo le digo: "¿Tú crees que es lógico que el editor, que es el último responsable de las publicaciones, nos demande a nosotros, que hemos sido simplemente los brazos ejecutores de un encargo que nos ha hecho Antonio Bueno?" El tío se lo piensa y dice: "Ah, pues es verdad. Tenéis razón, y lo que voy a hacer, como el tío ya me ha adelantado pagos, lo que voy a hacer es volverle la demanda a él, y que él se las entienda con las familias cristianas estas." Así fue, y nunca más volví a oír hablar del caso. No sé cómo se resolvió porque yo ya encontré trabajo, otra vez, en Selecciones Ilustradas, porque yo he ido entrando y saliendo de Selecciones, tres veces a lo largo de mi vida. 

Esto es para que veas más o menos cómo fue mi colaboración con Vilmar, que, aparte de mal pagada, fue accidentada, y a punto de meterme en un juicio. Antonio Bueno es una de esas personas a las que nunca más me gustaría volver a encontrarme en mi camino. 

 

Lo que tengo localizado tuyo para VILMAR son sólo seis guiones para las revistas de terror PÁNICO y ESCORPIÓN. ¿Te suena en qué otras colecciones de VILMAR se pudieron haber publicado más guiones tuyos? 

Yo no hice nada más que guiones de terror para Vilmar. Y nunca llegué a conocer a ninguno de los dibujantes. 

 

 

(De cómo el ISBN puede llegar a ser un perjuicio más que un beneficio) 

En algunas fuentes te adjudican la autoría de dos supuestas novelas que se titulan EL DIABLO ACARICIA TU PIEL y VOLVERÉ A BUSCARTE. ¿Te suena que sean parte de estas novelitas eróticas con fotografías que acabas de mencionar? 

No, no. Esas dos novelas que me cuelgan no son mías, nunca las he escrito. 

Lo que sí recuerdo es que escribí para Rollán una novela como de vampiros, o algo así, de la cual ni me acuerdo, ni sé el título, ni nada de nada. Eso fue un poco antes de que empezáramos a hacer en Selecciones las fotonovelas de Corín Tellado para Rollán 

 

De EL DIABLO ACARICIA TU PIEL se menciona en el ISBN que la editó ROLLÁN, 48 páginas, en la colección HIT. 

No tiene nada que ver. Hit fue una revista que se hizo para Toutain Editor y que era una mezcla de reportaje sobre música moderna, mezclado con una fotonovela. 

Volveré a buscarte es el título típico de una novela de Corín Tellado. Eso puede que sea adaptación que yo hiciera de alguna novela de Corín Tellado para fotonovela. Como la adaptación era mía, por eso, posiblemente, me han colgado el título a mí. 

El diablo acaricia tu piel tampoco me suena de nada. Por el número de páginas  y por el título, ese debe ser alguna reedición de fotonovelas góticas.  

 

(FIRMAS & PSEUDÓNIMOS) 

Mis primeros guiones, durante muchos años, los firmé sólo Manuel. Luego, en Dossier Negro y Garbo Editorial, he firmado Manuel Domínguez Navarro, porque Manuel Domínguez hay tropecientos. Mi intención es poner siempre los dos apellidos, pero luego, los editores, si les da la gana... o te quitan el nombre y te ponen "M.", o te quitan el segundo apellido porque les parece que es demasiado largo. En mi caso, para mí sí que era importante porque hubo otro escritor que se llama Manuel Domínguez y por ahí había confusiones. Además, mi madre tenía tanto derecho como mi padre a figurar en mi firma. Los primeros artículos para Toutain Editor ya los empecé a firmar Manel Domínguez Navarro, porque Toutain era muy catalanista y le pareció muy bien que firmara Manel.

El pseudónimo Roger van Vooren venía de que Roger siempre es un nombre que me ha gustado, Roger [lo pronuncia en catalán: "rullé"] y que Monique van Vooren era una cantante holandesa que me gustaba mucho. Este pseudónimo yo creo que lo debí usar en esa novela de vampiros que hice para Rollán. 

Cuando hice la revista gay Amigos, ahí solamente estábamos mi compañero y yo. Tenía a Terenci Moix y a otra gente que me escribía en la revista, pero las narraciones las hacía yo, y, muchas veces, me ponía como Noel Tejedor, Miguel Ángel Navarro y cosas por el estilo, me inventaba pseudónimos dentro de la revista para que no se viera que todo lo escribía yo. 

Esos supuestos pseudónimos que me acreditan en algunas fuentes, André Dory y Laurent Rhodes, no me suenan de nada. 

 

LA CADENA DE LA VIDA (1976-77)

8 álbunes de EDITORIAL COLUMNA: FAUNA AFRICANA (6 números) y FAUNA AMERICANA (2 números), donde se alternan historietas con páginas de texto ilustradas 

La cadena de la vida fueron una serie de páginas de texto que hice con Luis Martínez Roca como dibujante, que trataban de animales. Martínez Roca me pagaba a mí los textos y luego no sé dónde lo vendía. Hice muy pocas páginas y creo que luego lo continuó otro escritor. De las historietas no escribí ninguna. 

 

 

GARBO EDITORIAL

Abril 1976 - Noviembre 1978 

(GARBO compra IBERO MUNDIAL DE EDICIONES para publicar cómics.) 

Yo no sé de dónde salió la iniciativa, pero desde luego los cabezas visibles eran María Fernanda Gañán por un lado, por parte de Garbo Editorial, y José María Arman [pronunciado "árman"] de IMDE [que pasa entonces a ser el coordinador editorial del departamento de cómics de Garbo]. 

José María Arman tenía su propia editorial a finales de los años 60 y principios de los 70, pero estaba un poco supeditado a Toutain, porque le pedía consejo y además le compraba material. Así fue como le conocí yo. 

Fue un tío independiente, pero... cómo te diría... si Toutain era un editor clase A, Arman era un editor clase B, con menos medios y menos ambicioso. Pero tuvo su importancia, realmente. 

Arman, en el trato personal, no era muy accesible. Era una persona reservada con su vida. En el trato comercial podía ser amable y todo eso, pero tenía una mala leche espantosa. Era Escorpio como signo del Zodíaco y con eso te lo digo todo. Los Escorpio tienen muy mala leche. 

Yo no tuve jamás ningún problema con él. Al contrario, a mí me trató siempre estupendamente y me respetaba mucho profesionalmente, cosa que le agradezco. Pero tampoco tuve más acercamiento. 

Como la redacción de Garbo Editorial era relativamente pequeña, a mi lado tenía a Manuel Vázquez Montalbán, y al otro lado estaba el despacho de Arman. Por allí estaba también la hermana de Arman, que se llamaba Rosa, y que no hacía nada, pero estaba de figura decorativa. Era una persona chismosa y malvada y perfectamente inútil, pero él la defendía a capa y espada. Cada vez que se equivocaba y hacía alguna cosa mal (que era cada día, más o menos), Arman la defendía. 

 

En las páginas 214, 247 y 278 de MEMORIAS ILUSTRADAS hay varias fotos de ARMAN posando para portadas del Oeste. 

Arman era alto, era un tiarrón, físicamente era un tío interesantote. 

Como allí todos estábamos al mismo nivel, no había esta deferencia al editor. Eso con Ayné de Toray no hubiera sido posible, pero dentro de Selecciones todo era más factible.

Toutain está en una portada de una fotonovela gótica, una que se llamaba Doctor Muerte, en donde había una foto auténtica y luego había como un desgarrón en el papel y por debajo aparecía Toutain pintado, haciendo de doctor diabólico con una jeringuilla.

Portada de Enric para Vampirella #56 (Diciembre 1976)

Es posible que esta foto la haya hecho el propio Enric para Vampirella, y luego alguien la haya vuelto a utilizar para la fotonovela. 

Toda la gente que pasaba por el estudio de Selecciones Ilustradas y tenía un físico más o menos fotografiable, caía. Enric era muy dado a esto.


En la revista VAMPUS había una serie de artículos sobre EL TERROR EN EL CINE, que estuvo escribiendo LUIS VIGIL hasta el número 68. Tú firmas los artículos de los números 72 y 73. Pero hay algunos que no están acreditados: LA BELLA Y LA BESTIA (#69), EL HOMBRE QUE RÍE (#70), VAMPYR (#71) y LA PARADA DE LOS MONSTRUOS (#74). (Le empiezo a leer el artículo de LA BELLA Y LA BESTIA y, tras los primeros párrafos, me dice:) 

Sin duda es mío. Es una de mis películas fetiche de toda la vida. 

Luego cuando veo estas cosas banalizadas hasta la estupidez por Walt Disney, a mí es que me duele el alma. La versión de Disney la odio. Y toda esa cosa del candelabro y las tacitas que hablan, me pone enfermo. Lo único que me gustó de la película es la voz de Angela Lansbury, y la secuencia del baile, aunque me recordó al de El rey y yo, la polka aquella que bailan Yul Brynner y Deborah Kerr, con aquel vestido tan aparatoso. 

 

EL HOMBRE QUE RÍE. (Tras escuchar los primeros párrafos, parece reconocerlo como suyo, pero al llegar a los últimos, ya tiene claro que no. En mi opinión, es probable que sea de LUIS VIGIL, pues hay una mención innecesaria a LON CHANEY, al que VIGIL dedicó una serie de artículos en los números inmediatamente anteriores.) 

Al principio Luis Vigil y yo nos éramos totalmente indiferentes. 

Cuando entré en Garbo Editorial, me contrataron en plan "todo terreno", para traducir, escribir y lo que hiciera falta. Yo era la "chica para todo" de la casa, y hacía cosas que no me pagaban porque entraban dentro de mi sueldo, pero que, si las hacía Vigil, a él tenían que pagárselas aparte. A mí me empezaron a encargar cosas de las que se había encargado él. Como yo, involuntariamente y sin quererlo, le estaba quitando trabajo, Vigil me cogió una cierta manía.

 

VAMPYR 

Yo diría que tampoco es mío. No me reconozco. 

 

LA PARADA DE LOS MONSTRUOS 

Eso que se dice en el artículo de que "Tuvo grandes problemas con el rígido código de censura americano de la época" me extraña un poco que lo haya escrito yo, porque no es cierto. Hasta 1935 no había censura en Estados Unidos. En las películas de los primeros años 30 había adulterios y cantidad de cosas que ya no se permitieron a partir del 35. Yo no hubiera caído en este error. [Efectivamente, la Production Code Administration no se estableció hasta el 1 de julio de 1934, bajo la dirección de Joseph Breen.] 

Además, es una película que creo que nunca he visto entera, porque me da mucha angustia. Este artículo no creo que sea mío. 

 

(Le leo también RETROCESO EN EL TIEMPO, un cuento sin acreditar en RUFUS #49) 

[Tajante] No, no es mi estilo. 

 

FAMOSOS "MONSTERS" DEL CINE 

Esa revista es toda mía de cabeza a pies. Yo la cogía y la traducía, desde la primera página hasta la última, de la original Famous Monsters of Filmland, de Warren. Y todos los cuentos también los escribía yo. O sea que esa revista sí que era mía de pies a cabeza. 

Recuerdo vagamente que, con José María Arman a veces discutíamos el contenido de la revista y yo le decía que el Famous Monsters original no tenía narraciones cortas y que una narración corta intercalada estaría bien, porque así tendría el lector más para leer, y al final me dijo que "Vale, haz una narración corta para cada uno". 

El dibujante que hacía un par de ilustraciones para cada cuento lo decidía Arman. Yo simplemente le entregaba el cuento, él se lo daba al dibujante y el dibujante elegía lo que le parecía más ilustrable de la narración. 

Yo escribía y traducía. Todas las demás decisiones las tomaban entre Arman y su hermana Rosa, que estaba en la redacción y era la que, más o menos, cortaba el bacalao en ese aspecto. 

Además de las traducciones de los artículos originales, hice artículos nuevos sobre películas españolas de la época, como El jovencito Drácula o Pánico en el Transiberiano. 

Había una sección que se llamaba Los hombres que hay detrás de los monstruos, que era la biografía de maquilladores como Jack Pierce, y cuyo título Vigil había traducido erróneamente, para mi gusto, porque había puesto "los hombres TRAS los monstruos", y eso sonaba como si los estuvieran persiguiendo. Yo le corregí el título y puse "DETRÁS de los monstruos".

Las portadas, que eran magníficas, eran de Basil Gogos

De apariencia, la revista española era igual que la americana. Luego dentro había estas pequeñas diferencias de los artículos y las narraciones cortas. 

 

(Los créditos editoriales de las revistas) 

En aquella época, era obligatorio tener un "director-periodista". Como casi nadie de los que hacíamos las revistas tenía carné oficial de periodista, se pillaba a alguien que sí lo tuviera y se le pagaba una cantidad al mes para que cediera su nombre y su carné para "director-periodista" de la revista, pero no intervenía en los contenidos que se publicaban. 

Había revistas en las cuales, por lo visto, no era obligatorio tener un director-periodista, y había otras en las que sí. No sé cuál era el baremo, o por qué se decidía una cosa u otra, pero yo sé que cuando hice Privadísimo para Arman/Ibero Mundial me impusieron una directora que se llamaba Maribel Escalona, que, además de figurar como directora, quería intervenir en los contenidos, y ahí yo tenía que cortarle las alas y decirle "¿Tú qué coño sabes del tema? Déjame que yo haga el contenido." Como solamente duró tres números la revista, no tuvimos mucho tiempo para pelearnos más. 

En Solo Moto, que se hacía para Garbo Editorial, el director era José María Alguersuari. Pero el director periodístico era otro. Eso en Garbo Editorial se hizo bastante. 


En la segunda época de la revista MATA RATOS, cuando la dirigía MANEL FERRER para GARBO, en los números 40 al 45 (del 21 de enero al 25 de febrero de 1977) hay una sección de textos titulada ¡GAY DE MÍ! EL RINCONCITO DE LOS MARGINADOS, firmada por LA BORREGA LUCERA.

Mata Ratos #40

[Sin dudarlo] Sí, soy yo. 

El nombre se debe a Emilio el Moro, un cantante andaluz que tenía mucha gracia y que, a una canción que se llamaba Mi ovejita lucera, le cambió la letra y le puso "mi pobre borrega lucera", y me hizo tanta gracia que me lo colgué yo. 

Esos artículos los tenía totalmente olvidados y no recuerdo nada ahora mismo sobre de qué iban. 

La idea de hacer estos artículos imagino que fui yo quien se la propuso a Manel Ferrer, o a Arman, no me acuerdo. Pero sí que fue idea mía, porque tanto la temática como el nombre de La Borrega Lucera, eso fue absolutamente mío. En aquellos momentos a nadie se le ocurría poner una sección gay en una revista que se suponía que era para heterosexuales. Era una contradicción. Pero supongo que por eso mismo les hizo gracia la idea. 

Mata Ratos la empezó a editar Arman con Ibero Mundial de Ediciones [números 1 al 5], antes de que tuviera lugar la fusión con Garbo. 

 

Todos tus artículos llevan un dibujo de RAF, que firma como DINO. 

Supongo que fue Manel Ferrer el que decidió que Raf lo hiciera. Yo era un redactor y no tenía ningún poder para decidir nada. 

En cambio para la revista Garbo, ahí sí decidí yo que los dibujos para mi sección los hiciera García Lorente, que era un tío muy bueno. 

Manel Ferrer es dibujante y por eso se dedicó, cuando dirigió él la revista, a meter solamente historieta. 

La salida de Tom y Romeu [que fueron los directores de Mata Ratos hasta el #39, del 15 de enero de 1977], podría haber sido porque se empezara a editar El Jueves, y ellos se fueran a colaborar en El Jueves [cuyo primer número se publicó el 27 de mayo de 1977]. 

 

(La revista EH!) 

Todo esto se hacía en Garbo Editorial y los colaboradores saltaban de una revista a otra. En Eh! no colaboré. Tenía una fotonovela corta, de unas dos páginas o así, de un marcianito que venía a la Tierra y descubría las tías buenas que había. El actor que hacía de marcianito era Víctor Ramos, el dibujante, y las chicas eran fotos de agencia, incrustadas en la historia. 

Víctor Ramos ha sido muchas veces un dibujante en la sombra. Cuando Pepe González no llegaba a las fechas de entrega de [su segunda etapa en] Vampirella, lo que pasaba casi cada mes, Víctor le hacía el lápiz y así sólo tenía que pasar a tinta. Hizo también mucho lápiz para las tiras de Longarón de Friday Foster, para Estados Unidos, porque Longarón no daba abasto.

 

 

La redacción de Garbo Editorial estaba en Plaza Castilla nº 3, en Barcelona: la redacción de las revistas Mata Ratos, Eh!, Vampus, Rufus, Solo Moto, estábamos todos allí apretujados. 

El edificio de Plaza Castilla daba justo enfrente a la calle Tallers, que es donde estaban las redacciones de las revistas Garbo y Fotogramas, y también Mundo Deportivo, que era de la familia Godó. Al principio estaban juntas en la misma planta porque María Fernanda Gañán, la editora de Garbo, estaba casada con Antonio Nadal Rodó, el fundador de Fotogramas, revista que ahora dirigía la hija de ambos, Elisenda Nadal. Luego ya, cuando Fotogramas creció mucho, tuvieron que trasladarse a Las Ramblas. 

En este edificio estuvo también, al principio, el diario La Vanguardia [¿en la calle Pelai/Pelayo nº 28, que tenía salida trasera a la calle Tallers?], porque era todo de Godó. Si vas siguiendo la calle Tallers desde Ramblas hasta Plaza Universidad, casi al final, en el lateral izquierdo, hay como un pegote añadido, que es donde está la Plaza Castilla. 

Milagrosamente, el día que pusieron la bomba en El Papus [el 20 de septiembre de 1977], que estaba también en la calle Tallers [en el nº 77, pegado al edificio de Plaza Castilla nº 3], yo no estaba allí, estaba en la redacción de Garbo, que está en un edificio enfrente de ése. Yo me salvé por milagro, porque podría haber estado en el ascensor, subiendo o bajando. Fue la leche aquello. 

 

 

GAÑÁN EDICIONES

Septiembre 1979 - Agosto 1980 

Yo hice muchísimas cosas para Garbo Editorial y luego, cuando Cadena se cargó la editorial, como María Fernanda Gañán me conocía de Garbo Editorial, me pidió que me fuera a trabajar con ella en una revista nueva, para parejas, que se llamaba Vivir a Dos, donde estuve traduciendo todos los números, porque era una revista italiana que se llamaba Duepiù, y la traduje toda, de arriba abajo, durante los 12 números que vivió la revista. 

Cuando esta revista se cerró porque no se vendía, María Fernanda me pidió que me quedara en la editorial para trabajar en la revista Garbo, que era una revista del corazón que nació a principios de los años 50. Como todas las revistas de la época, tenía un papel nefasto. Se imprimía a dos tintas solamente. La competencia eran Lecturas y ¡Hola!, lo que pasa es que las otras dos progresaron mucho y Garbo se quedó un poco atrás. 

Yo, cuando estuve en la redacción, como me parecía que la revista estaba muy apolillada, lo que hice fue remodelarla un poco, e inventarme un par de secciones nuevas, para darle un poco más de amenidad, como una de noticias internacionales ilustradas en plan gracioso por Pedro García Lorente, que era un dibujante cómico excelente, y que trabajaba mucho en una revista deportiva, que estaba en el mismo edificio que Garbo, que se llamaba Mundo Deportivo. Es un tío interesante, García Lorente. 

 

 

 

TOUTAIN EDITOR

1980 - 83 

Aparte de sus labores como jefe de redacción, sus artículos aparecen entre los siguientes períodos:

1984 #19-57 (Junio 1980 - Octubre 1983)

CREEPY #14-55 (1980 - Enero 1984)

ILUSTRACIÓN + COMIX INTERNACIONAL #1-46 (Mayo 1980 - Octubre 1984)


Honradamente, no me acuerdo si me acerqué yo a pedirle trabajo, cuando se hundió también Gañán Ediciones, o si me lo propuso él. No tengo ni idea. 

 

Para la revista 1984 escribiste varios artículos sobre temas de ciencia ficción. El primero se publica en el número 19. ¿Sabes quién pudo escribir los artículos anteriores? Porque ninguno de ellos estaba acreditado. (Le leo los títulos.) 

Eso yo juraría que es de Toutain. Más que nada por la cosa didáctica de los artículos Cómo se escribe un guión de cómic y Cómo se dibuja un cómic. Eso seguro que es suyo. 

Él nunca firmaba las cosas que escribía. [El único que firmó en el 1984 fue uno sobre cómo hacer un fanzine, en el número 38.] Ése sería alguno del que estaría especialmente contento y por eso lo firmó. [Más tarde, en el Zona 84, Toutain sí que firmó unos cuantos artículos más.] 

 

(Le leo el artículo sobre VAMPIRELLA del 1984 #39, que no está firmado.) 

Esto no es mío. Pero en esa frase de "El gusanillo del cómic sigue vivo dentro del Pepito", lo del "Pepito" es muy de Toutain. Él llamaba "Pepitu" a Pepe González, muchas veces, en catalán, pero al traducirlo al castellano no tiene ninguna gracia. En catalán tiene gracia porque es un nombre como de empleado de tienda o de taller. Le llamaba también "Papitu" y "Peps". Era una de las "gracietas" de Toutain. 

 

Otros artículos que tampoco estaban firmados fueron las biografías de dibujantes en los primeros números de CREEPY. [Le leo algunos de ellos] 

[#6: Luis García] Este artículo mío no es porque estos chistes [la presentación de Tío Creepy] no son mi estilo. Y el artículo tampoco me suena, no me lo reconozco. 

[#9: Ramón Torrents] Esto es Toutain, absolutamente. 

[Le leo algunos artículos más, que no le despiertan ningún recuerdo.] 

A Toutain no le gustaba mucho firmar. Sentía que, en su posición de editor, no le iba bien firmar los artículos, porque era como una presencia impuesta. 

Los artículos que tengan exclamaciones, no son míos. Esos deben ser de Toutain. A él le gustaba destacar conceptos, y llamar la atención sobre cosas, con signos de admiración. Que es una idea que yo no comparto. Los signos de admiración hay que usarlos siempre de una forma muy, muy concreta, y no gratuitamente. Es que si no, pierden la fuerza.

 

 

(Los artículos de la serie GALERÍA DE GRANDES ILUSTRADORES para la revista ILUSTRACIÓN + COMIX INTERNACIONAL) 

Los artículos de los Grandes ilustradores en el COMIX Internacional es una de las cosas que más me ha gustado escribir. Era un artículo cada mes, y tenía que trabajármelo bastante. Cuando eran dibujantes nacionales, iba a entrevistarlos, y les hacía fotos, que también eran mías. Era una cosa que tenía su trabajo y, con lo de las revistas, mucho tiempo no me quedaba. 

A los americanos no entrevisté a ninguno, eso seguro. Toutain tenía bastantes libros monográficos sobre dibujantes e ilustradores, que compraba cuando iba a Estados Unidos o a Inglaterra, y yo los datos los sacaba de ahí. Era traducir sus biografías y aderezarlas un poco en plan escritor. Las declaraciones que hay en el artículo sobre Bernie Wrightson es posible que salieran de alguno de esos libros y que yo las tradujera. Una entrevista directa mía no creo que fuera. 

Todos estos artículos no los cobraba, pero bueno [se ríe], se suponía que formaba parte de mi figura de redactor-jefe. Pero lo que sí le exigía a Toutain es que, si hago un trabajo, quiero que se acredite, tanto el texto como las fotografías. 

 

El artículo sobre VICENTE BALLESTAR (#6) es el único que conozco sobre este ilustrador. No he encontrado nada más en ningún otro sitio. 

Me imagino que sí porque no ha sido muy popular. Y nadie sabe que lo que más le gustaba era hacer ilustraciones de toros. Es una pena [que no haya información sobre él] porque era bueno. Para mí fue fácil contactar con él porque le conocía. 

Ballestar era un personaje muy singular. Era muy tímido y hablaba muy poco. 

 

EMILIO FREIXAS (#7) 

A Freixas yo lo descubrí a los 8 años, porque estaba enfermo en la cama y mi padre iba al Mercat de Sant Antoni, y como yo devoraba libros como una bestia, me comía un libro al día, mi padre iba cada domingo allí a ver qué me encontraba. Y un día me trajo un libro sobre "cómo aprender a dibujar", editado por Freixas, que tenía ilustraciones de gente que a mí me dejó con la boca abierta. En ese libro fue donde vi mi primera ilustración de Will Eisner. Y había también una ilustradora inglesa llamada Gladys Peto, y otra gente que descubrí gracias a ese libro. Era una serie de libros sobre el dibujo, pero cada uno dedicado a un tema distinto: cómo dibujar cabezas, la figura humana, etc. Las portadas eran de color azul, en un cartoncillo bastante fino. Los libros eran de unos 15 centímetros de altura, y unas 64 páginas o algo así. Esto debía ser a finales de los años 40. 

 

SANJULIÁN (#8) 

Es un personaje muy curioso porque, cuando se encontraba con su hermano [Mariano Pérez Clemente, alias Maren], que también era ilustrador, uno de los dos empezaba: "¿Cómo estás, vaquero?" Y el otro respondía: "Muy bien, pero hoy me voy al norte con mi ganado". Reproducían diálogos de películas que sólo ellos se sabían. Era un juego entre los dos hermanos, en que uno empezaba con una frase de una película y el otro seguía. Los que estábamos alrededor alucinábamos porque pensábamos: "¿De qué coño está hablando esta gente?" Esto lo hacían continuamente. 

Es una persona con la que nunca tuve un trato muy personal. 

 

En el artículo sobre SANJULIÁN, las fotos están acreditas a un tal PACO ESTEFANÍA. 

Paco Estefanía era un chaval que estaba en el taller de fotografía de Selecciones, pero no recuerdo por qué hizo él esas fotos. 

 

ENRIC (#11) 

El título de la entrevista, El hombre que dibuja con la cámara fotográfica, viene de que Enric no sabía dibujar, no dominaba el lápiz, y lo que tenía que hacer, lo hacía con la cámara, contratando a modelos para hacerles fotos. Era un artista que suplía sus deficiencias (usando) la cámara. Ahora ya no, ahora dibuja de maravilla y hace cosas a lápiz que se venden muy bien. 

Eso que dice Enric de que "Me instalé por mi cuenta en un estudio y allí pegué unas pencadas espantosas", es una catalanada, quiere decir que "se hartó de trabajar". 

 

En el artículo sobre JORDI PENALVA (#18) no hay ninguna foto suya. 

Es que, en esa época, el tío estaba muy jodido, estaba en silla de ruedas y no salía de su casa, y debe ser por eso que no se quiso que hubiera fotos. De esta entrevista no tengo ningún recuerdo de haberla hecho, fuera en persona o por teléfono. 

 

JORDI LONGARÓN (#19) 

Longarón, desde los 25 ó 27 años, tenía Parkinson. Cuando cogía el pincel le temblaba la mano pero cuando bajaba la mano sobre el lienzo, pegaba el punto exacto. Era algo INCREÍBLE. 

Longarón, en Toray, dibujó la banda vertical con la figura de una chica en las colecciones Susana y Rosas Blancas; en Hazañas Bélicas, la figura del soldado en blanco & negro; y en Las Enfermeras hizo también las diversas figuras de enfermeras que iban a la izquierda de la portada.




Además, era un melómano acojonante. Me descubrió a Sarah Vaughan, Josephine Baker, Mahler... No recuerdo ninguna recomendación musical que me hiciera, que no fuera un 10. Descubrí a Sarah Vaughan gracias a él, y debo tener unos 100 vinilos y 50 cedés de esta mujer. 

 

JOSEP MARIA MIRALLES (#24) 

Tampoco he tenido un gran trato personal con él. Como ilustrador es absoluta y totalmente clásico. 

 

RICARDO SANFÉLIZ (#28) 

Es un personaje curioso porque es militar de altísima graduación, y era un contraste extraño entre el carácter de un militar y la casa de locos que era Selecciones Ilustradas. Yo creo que él alucinaba cuando veía todas las burradas que se hacían por allí, en aquel mundo de ácratas absolutos. Me parece que era Coronel en aquella época, y luego fue ascendiendo y llegó hasta Capitán General, creo recordar.

Yo le llegué a ver, no enfrentamientos, pero sí desconcertado ante el ambiente que había allí dentro. 

Fue Sanféliz el que le salvó el culo veintiocho veces a Pepe González cuando estuvo en la mili. Como cuando Pepe dijo que ya estaba harto de estar en el cuartel, cogió un taxi y se volvió a Barcelona. Fue Sanféliz quien impidió que le formaran un consejo de guerra por desertor. Y fue también él quien le encargó aquel famoso cuadro del capitán general. 

Curiosamente, Pepe y yo hicimos la mili en el mismo cuartel, en Tremp, en Lleida, pero él dos años antes. 

Había otros militares en Selecciones: el guionista Jesús Flores Thies y los dibujantes Antonio Colmeiro y Francisco Jou

Una cosa curiosa hablando de los militares es que Toutain, en el membrete de las cartas de Selecciones, ponía en la dirección "Diagonal nº 325", y Jesús Flores siempre le decía: "Hombre, Toutain, esto no es correcto porque el nombre de la calle es Avenida del Generalísimo Franco". Siempre tenían la misma discusión. El otro decía "que no, que esto es Avinguda Diagonal", y así se pasaban la vida. [El primer nombre que tuvo era Gran Vía Diagonal] pero cuando entraron los fascistas le cambiaron el nombre a todas las calles del mundo. La otra gran avenida de Barcelona, que es la Gran Via de les Corts Catalanes, le pusieron Avenida de José Antonio Primo de Rivera. 

 

PEPE GONZÁLEZ (#30)


Esta ilustración es de una calle de Copenhague. Seguramente lo copió de una foto.

Pepe nunca pintó. Lo que usaba eran lápices de colores, tinta china de color o rotuladores. Hay un cuadro al óleo que fue una colaboración con un pintor sueco que se llama Thord Sundquist, que es un retrato de Juliette Gréco que tengo yo, que es enorme. Supongo, pero no lo sé seguro, que Pepe dibujó a Juliette Gréco, que está de perfil y con una mano levantada, y Thor lo debió pintar. Al estilo del famoso póster de Vampirella que hizo Pepe con Enric. Pepe no tenía ni idea de pintar al óleo. 

Thord Sundquist era un ilustrador que pasaba temporalmente por Selecciones y hacía cosas, pero con un material muy barato y muy malo. Por eso este retrato tiene un siete porque se llevó un golpe al moverlo en un traslado. Thord era un tío muy raro. Un lobo solitario. Se compró un autobús viejo, de segunda mano, y vivía en él. Yo no tuve ocasión de verlo, pero lo tuvo durante varios años aparcado en el puerto de Blanes.




(Comentarios de MANEL sobre las declaraciones de PEPE en la última página: PEPE haciendo publicidad) 

Yo no recuerdo haber visto nunca nada suyo en publicidad. Lo único parecido que hizo fueron dos portadas de discos: una para Salomé y otra para Juanita Reina. El de Juanita Reina [Éxitos de Juanita Reina, 1973] fue en realidad un retrato, que gustó tanto en la familia, que lo usaron como portada del siguiente disco.


El de Salomé [Salomé canta temas clásicos, 1973] era un disco horripilante en el cual se empeñó en cantar temas clásicos, de Tchaikovsky, Beethoven, y tal. Incluso se atrevió a cantar Wagner. 

 

(Dice PEPE: "Lo que hago ahora para América es muy EMPREÑADOR") 

Es una palabra catalana. Significa cabreante, jodido, molesto... 

 

(Dice PEPE: El trabajo actual para SIGNET BOOKS "me ha servido para ser más responsable y cumplir más que antes con las fechas de entrega porque es una de esas casas muy importantes que no pueden perderse como clientes".) 

[Se ríe] No hay nada que sea mentira, ¿eh? Está soltado todo en plan un poco de coña y él se va por las ramas, pero si no eran las cosas que hacía, sí eran las cosas que quería hacer realmente. 

Era tan gandul... 

Hay una cosa que sí que es auténtica: que Toutain le definió una vez en una de sus revistas como "el genio irritante", y esa definición Pepe la odió toda su vida, y se subía por las paredes cada vez que le llamaban así.  


En el 1984 #56 se publica una breve entrevista a PEPE GONZÁLEZ que a mí me parece muy extraña. El contenido básico de las respuestas se corresponde mucho con su forma de ser, pero la forma de expresarse es muy exagerada. (Le leo el siguiente texto:)

Qué horror. Esto es falso, falso. Pepe nunca hablaba así. Jamás. Esta debe ser una entrevista inventada por Toutain.

 

 

En la revista CREEPY, entre los números 43-57, hubo una mini-sección titulada NOS INTERESÓ, dedicada a reseñas de libros que no solían tener relación con el terror o la fantasía. El único autor acreditado eres tú, pero sólo en los números 51-55. (Le leo las reseñas que no están firmadas. Las siguientes son las que parece reconocer como suyas:) 

[#43: El otoño del patriarca, de Gabriel García Márquez] Eso es mío, seguro. 

[#44: La historia interminable, de Michael Ende] Puede ser mío. 

[#46: Ediciones de la Tradición Unánime] Esto puede ser mío perfectamente, porque yo estaba muy interesado en la metafísica y esas cosas. Y José de Olañeta es un editor que me gustaba mucho. 

[#50: Cosmos, de Carl Sagan] Esto es mío. Total. Es un libro que me interesó mucho. 

Estas reseñas me parece que son mías, sobre todo, por la selección de los libros, que son libros que yo leía en esa época, y, a veces, por el estilo. 

 

Las reseñas en las que estás acreditado son las siguientes: 

[#51: Cuadernos del Norte] Esto seguro que es mío, porque todavía tengo la colección encuadernada. 

[#52: Final del juego, de Julio Cortázar] De Cortázar me lo he leído prácticamente todo. La expresión "suramericano", que aparece en esa reseña, en vez de "sudamericano", es una manía mía. 

[#53: La chica del tambor, de John Le Carré] Nunca he llegado a leerme el libro, así que esto me parece curioso. 

[#54: Historia de Andalucía, y #55: Viaje extraordinario, de Ron Miller y William K. Hartmann] No me suenan de nada. No sé. Esto es como aquel que hace las críticas de libros leyéndose las solapas.

 

 

En la sección ANECDOTARIO, de la revista 1984, se comentaban las noticias de actualidad y se respondían las cartas de los lectores. A medida que he ido releyendo ahora toda la colección, me ha parecido que esta sección tiene un estilo muy homogéneo, que yo identificaría como de TOUTAIN. De hecho, al llegar a la página 7 del último número, el #64, me encuentro con lo siguiente:


Lo que son las cartas las respondía Toutain, o las respondía yo, porque no había nadie más en la editorial que escribiera. [En la revista Creepy también había sección de correo, y puede que allí Manel tuviera más intervención.]

 

 

Para TOUTAIN EDITOR escribiste artículos, pero ningún guión de cómic. 

No, porque, generalmente, en la época de Toutain Editor, todo el material venía traducido de las revistas de Warren, o eran ya guiones que se hacían los propios dibujantes, en la época de los artistas completos que se hacían sus propios guiones. Los pocos artistas que no se hacían sus guiones, no recuerdo quién se los hacía, pero yo no escribí ninguno.


(El funcionamiento de la redacción) 

En la primera época de las revistas de Toutain Editor no recuerdo que existiera nadie que fuera exactamente un Jefe de Redacción. Todo el personal de redacción eran colaboradores externos, ajenos a la editorial, excepto yo, que estaba dentro. Quien preparaba todo el material para confeccionar cada número de la revista y mandarlo a imprenta era Josep Llastarry, con el que nos teníamos un odio mutuo bastante considerable. Hasta que luego le echaron, por sus contubernios con las imprentas, porque por ahí se sacaba unos dinerillos extra. Él daba trabajo a las imprentas que le pagaban un tanto por ciento. Cuando Toutain se enteró, lo puso de patitas en la calle, y entonces me pidió a mí que fuera el Redactor-Jefe. Hasta entonces, yo no intervenía en la puesta a punto del material, era Llastarry quien se encargaba. 

Todo el tema de contratación de las historias lo pactaba Toutain directamente con los autores, o con los editores extranjeros. Si había alguna otra variable, la resolvía con Marcel Miralles. Todo eso se resolvía en las altas esferas, a nosotros en la redacción nos llegaban las historias ya hechas. 

A Miralles a veces se le cita en las revistas [como en la página 36 del 1984 #10] como Redactor Jefe, no sé por qué. Su trabajo nunca, jamás, fue de Redactor Jefe. Él estaba en Selecciones Ilustradas, y no se metía en lo de Toutain Editor. 

Josep Martí Ripoll [cuya contratación como grafista, diseñador y montador por Toutain se anuncia en el 1984 #22, de Septiembre de 1980, al mismo tiempo que la de Manel] era un maestro total. Tenía un dominio absoluto de la composición de las portadas, de la mezcla de colores, y todo esto. 

Los dibujantes no solían pasar por la redacción. Al único que vi fue a Richard Corben [con ocasión de su asistencia al Primer Salón del Cómic de Barcelona, en Mayo de 1981], que casi tocaba el techo con la cabeza. Era muy curioso porque tenía un cuerpo enorme y una cabeza pequeñita. Era muy bonachón, un tío muy tranquilo, muy amable. 

En los últimos años, a partir del momento que Toutain me echó, creo que quiso encargarse él mismo de dirigirlo todo. Lo que pasa es que, al cabo de unos meses, se dio cuenta que no podía, supongo además porque ya estaba con el cáncer, y me pidió que volviera. Pero yo ya tenía el contrato de TV3 firmado y le dije que lo sentía mucho pero que no, que me ofrecían 25.000 pesetas más al mes. Al pedirme que volviera, me ofrecía el mismo sueldo de antes de echarme, que eran 50.000 al mes, pero sin ponerme en la Seguridad Social. Le dije que ni hablar y ahí acabó la relación. 

Pero estoy casi seguro que, durante esos meses, él quiso llevarlo todo personalmente, pero que, con la enfermedad, no pudo, y por eso me llamó. A partir de ese momento no sé quién se encargó de ser el Jefe de Redacción, hasta que se cortaron las revistas. 

 

En el 1984 #58 (Noviembre 1983) se anuncia tu salida de la editorial y en el 1984 #60 se dice que el nuevo Jefe de Redacción es ANDRÉS PIÑOLE. 

Yo nunca leí esta nota, pero alguien me lo comentó, creo que fue Enric. Lo que dice de "reducir considerablemente" es ridículo, porque Toutain me despidió, y ya no iba a trabajar más para él. Lo que no sé es de dónde sacó lo de la "durísima selección". Eso es cierto, pero yo ya no tenía ninguna comunicación con él y no sé cómo se enteró. 

Andrés Piñole era sobrino de Mariano Hispano. Una hermana de Mariano, Ana María Hispano, fue la secretaria de Ayné, en la Editorial Toray, y también escribió algunas cosas para Toray. Mariano Hispano trabajó mucho para Toutain haciendo guiones en la época de Selecciones Ilustradas.


(Las menciones a MANEL en las páginas de noticias de la revista 1984)  

Anuncio de su contratación, en la página 4 del #22: 


La primera foto suya, en la página 5 del #35:


En el acto de entrega de los 3ºs Premios de Cómic 1984 (página 14 del #36):


Otro momento del mismo acto (página 4 del #37):



En el libro FRED HARMAN: CÓMICS Y WESTERN, de JORDI BUXADÉ, estás acreditado como "Diseño gráfico y dirección de la edición". 

Jordi Buxadé era desagradable. Mis conversaciones con él para hacer el libro eran muy raras, era un tío muy extraño. Y además muy facha. Sus dibujos me parecían feísimos. 

Yo hice el diseño gráfico del libro y la compaginación, que es el cálculo de letras por página, y cómo van a ir insertadas las ilustraciones. 

La simbiosis entre Buxadé y Fred Harman es total, hasta tal punto que Harman dibujaba sentado en una silla de montar y Buxadé también. Y mirando los dibujos de ambos, es más simbiosis todavía. Me imagino que debió de ser Buxadé, o puede incluso que Javier Coma, quienes convencieron a Toutain de que el libro era interesante y comercial. 

 

(Las tiradas de las revistas de TOUTAIN) 

En la sección ANECDOTARIO del 1984, se fueron dando diversas cifras. En el #18 se dice que son, aproximadamente, 30.000 ejemplares. En los números 22 y 32, suben a 40.000, y en el #55 (Agosto 1983), a 52.000. En una entrevista para el circuito catalán de Televisión Española que ENRIC SIÓ le hizo a TOUTAIN alrededor de octubre de 1982, TOUTAIN dice que "la revista mía que más vende es el 1984, de la que, en estos momentos, estamos tirando 52.000 ejemplares".


Josep Toutain en dos capturas de pantalla de la citada entrevista

No te puedo decir nada con seguridad porque por allí no se decía mucho. La persona que sabía esto era Llastarry, porque era el que tenía contacto directo con las imprentas. Cuando se fue Llastarry, creo que fue Marcel Miralles el que se encargó de esto, pero tampoco estoy seguro. 

Yo recuerdo algo sobre los 30.000, pero la verdad es que nunca tuve claro ningún dato de tirada. Mi trabajo se acababa cuando yo daba la revista cerrada a la imprenta y, a partir de ahí, ya no sabía nada. Cuando me has hecho la pregunta, me ha saltado a la cabeza la cifra de 30.000, o sea que la debí sacar de algún lado, de algún momento. 

Hay otra persona que se puede acordar, que es Lluís Ribas, porque hacía mucho trabajo de fotografía para Selecciones y sé que tenía mucho contacto con las imprentas. Él sí que podría tener una idea de eso. [Posteriormente a esta conversación, Manel llamó por teléfono a Ribas, quien le dijo que la cifra que recuerda es de 15.000 ejemplares.] 

 

(El cierre de TOUTAIN EDITOR) 

Ahí hay una cosa muy triste, que es que yo vi cómo José María Cadena, que era el único distribuidor grande que había entonces en Barcelona, con su empresa Coedis, había hundido Ibero Mundial de Ediciones, a continuación hundió Garbo Editorial, y, por las trazas que llevaba, yo le dije a Toutain: "Vete con cuidado que Cadena te hundirá a ti también". Él me dijo: "No, porque Cadena es muy amigo mío". Ignoro de qué manera se ejercía el control de las devoluciones por parte de Toutain, si es que se ejercía algún control. Yo me imagino que Toutain nunca debió poner en tela de juicio lo que Cadena le decía. Y Cadena acabó hundiendo también Toutain Editor. Editorial en la que estaba, editorial que hundía Cadena. 

Lo que hacía el tipo era que, por ejemplo, si le daban 50.000 ejemplares de una revista, él distribuía a las librerías 25.000 y se guardaba otros 25.000 en su almacén, porque tenía un almacén INMENSO. Cuando las librerías devolvían el material, él lo añadía al material que tenía guardado, y todo eso se vendía en América del Sur como saldo. Así fue descapitalizando las editoriales y dejándolas en números rojos. Él ha sido el que ha hundido una editorial tras otra, beneficiándose de las devoluciones, y ahí se ha hecho millonario. 

Cuando empezó con la distribución de revistas, había sido un empleado de la Chupa-Chups, y siguió chupando y chupando, pero en este caso editoriales. Yo estaba en una editorial y él la hundía. Me iba a otra, la hundía. Saliendo de Garbo Editorial, me contrató María Fernanda Gañán, que era la editora de la revista Garbo, y me cogió para redacción, y Cadena también le hundió la revista Garbo. 

 

JAVIER COMA 

[Suspira] Pues mira... [duda] cómo te lo diría... Javier Coma fue una especie de trepa que se aprovechó de Toutain para hacer la Historia de los Comics a su mayor gloria y crédito. Simplemente eso, un aprovechado. La relación con Toutain empezó como una colaboración, escribiendo algunos artículos, y poco a poco se fue metiendo, fue enganchando a Toutain, y al final le propuso ese ambicioso monumento que fue la Historia de los Comics, que fue un fracaso editorial de primer orden, total y absoluto. Toutain, como se dice en catalán, quiso "estirar más el brazo que la manga", y perdió una cantidad de dinero con eso que no la quiero ni imaginar. 

Javier Coma me parecía un personaje que fue directamente a aprovecharse y hacerse un currículum. 

Lo único que recuerdo haber hecho para la Historia de los Comics, aparte del trabajo de recopilar todo el material para enviarlo a imprenta, no hice nada más que unas pocas fichas de autores [las de Richard Corben, Robert Crumb y Frank Frazetta]. 

Allí quien aportaba todo el material, quien mandaba y ordenaba, y quien lo hacía todo, era Javier Coma, salvo alguna intervención ocasional de Toutain. 

Las declaraciones originales de autores realizadas expresamente para la obra, supongo que las debió recoger Javier Coma, también. 

Recuerdo poco, además, porque fue un trabajo que hice con especial disgusto porque sabía de qué iba la cosa y me daba cuenta de que a Toutain le estaban tomando el pelo sin que él se diera cuenta, y eso me jodía bastante. 

Como trabajo de recopilación está muy bien porque hay mucha información. 

 

(El tópico de que la HISTORIA DE LOS CÓMICS fue una de las causas de la quiebra de TOUTAIN EDITOR) 

Eso es una idiotez porque pasaron años hasta que Toutain Editor se fue al carajo. 

La Historia de los Comics se tendría que haber hecho como una obra vendida entera, y no por fascículos. Los fascículos siempre acaban igual: la gente casi nunca completa las colecciones que empieza. 

 

No sé si sabes que, en los años 90, hubo una redistribución de todos los fascículos, y hasta creo que pudo haberse vendido en cuatro tomos encuadernados. 

No tenía ni idea. Lo que sería interesantísimo saber es, estos restos de edición, de quién fue la iniciativa de lanzarlos, porque no creo que fuera de Toutain, ni que él se beneficiara de ello, ni que él lo autorizara. 

 

(La versión española de la revista MAD) 

En algún momento que no recuerdo, Toutain me encargó traducir un número de la revista MAD, porque pretendía publicarla en España. Entonces me traduje toooodo el número de arriba abajo. Quiero decir, desde la portada hasta la contraportada. Y finalmente no se publicó. Ha sido una de esas traducciones que son un desafío, por lo que es el humor americano. Había una parodia de la película Hello, Dolly! de Barbra Streisand, donde muchos diálogos eran fragmentos de las canciones que, además de traducirlos, había que ponerlos en verso. O sea, que fue un trabajo de chinos, y lo que me jodió es que no sirviera para nada, porque se quedó en una maqueta que nunca se llegó a publicar. Fue bastante frustrante, por el trabajo que me dió. 

 

(El libro TOUTAIN: UN EDITOR ADELANTADO A SU TIEMPO, 2018)       

Los que hicieron el libro sobre Toutain no tienen ni puta idea. No saben absolutamente nada y han escrito el libro sin hablar siquiera con ninguno de los supervivientes que quedamos de la época, que sería lo mínimo. Si quieres saber datos, vete a la fuente de la gente que ha vivido en esa época. 

 

(Coordinador de AVUI COMICS, el suplemento de historietas del diario AVUI, producido por SELECCIONES ILUSTRADAS desde Junio de 1983) 

Durante la última época con Toutain llevé la dirección, durante cerca de un año, del suplemento infantil del diario Avui. Este trabajo fue una de las razones para que me dieran el carné de periodista, por acumulación de trabajos publicados. No por haber estudiado en la escuela, sino porque hubo una convocatoria especial en la que contaba que se tuviera mucho material publicado, y me dieron el carné. 

 

 

EDICIONES HITPRESS 

Hitpress era la editorial de Guillermo Hierro. Guillermo Hierro tenía una agencia y una editorial. Había sido redactor en Selecciones al principio, estuvo durante muchos años allí. Había sido incluso representante de Selecciones para Alemania y por los países escandinavos, fue el que abrió los mercados escandinavo y alemán. Al cabo del tiempo se marchó y creó la editorial y la agencia. Como tenía mucha amistad con Toutain, Toutain le publicaba páginas de publicidad en sus revistas.

En los cuadernillos apaisados de Dani Futuro intervine yo porque Carlos Giménez puso como condición a Guillermo Hierro que yo hiciera la continuidad nueva, porque había que coger las páginas originales, que eran en formato vertical, y adaptarlas para la edición apaisada. [Además, los álbunes originales eran de 46 páginas y cada cuadernillo tenía de 16 a 18 páginas de historieta] y entonces la distribución de viñetas no coincidía con el final de los capítulos tal como los había hecho Carlos. Y Carlos dijo que no cedería si yo no le hacía la continuidad, porque dijo que yo era la única persona de la que se fiaba. Lo cual siempre se lo agradecí a Carlos, claro. No está acreditado en ningún sitio, pero eso lo hice yo. 

Cuando yo veía que la cosa no ligaba, le llamaba y le decía: "Carlos, me tienes que hacer una viñeta con tal cosa o tal otra". Él se miraba su edición y hacía alguna viñeta nueva para ligarlo bien todo. Si había que crear algún cartucho de texto para ligar al final de una viñeta, eso se lo hacía yo a Carlos. 

[A continuación: Varios ejemplos de la adaptación llevada a cabo con el episodio El fin de un mundo, publicado en los cuadernillos 1 al 6 de Hitpress, comparándola con la versión original, tal como se reeditó en el número 5 de la colección de Forum/Planeta.]

[A la viñeta de arriba (Forum) se le han hecho ampliaciones en el dibujo para la edición de Hitpress (abajo)]



[En esta página de arriba (Hitpress), la viñeta inferior es nueva y se le ha insertado un diálogo que originalmente estaba colocado en la viñeta siguiente.]


[En esta página de arriba (Hitpress), la viñeta superior es nueva. El texto, recordatorio de la situación de los personajes, también es nuevo.]


[En la mayoría de los casos, las páginas originales se dividían por la mitad y ocupaban dos páginas de la edición de Hitpress. En excepciones como la de arriba, había que tomar otras decisiones, como se ve abajo:]




[A la última página (Forum, arriba) se le ha añadido una viñeta sin texto (la cuarta de la edición de Hitpress, abajo)]



Era un trabajo que no es lógico acreditarlo porque no es creativo. Pero estoy contento porque Carlos me lo confió y se lo agradecí mucho. Nos conocíamos de antes, de Selecciones, nos entendíamos bien y había buen rollo. 

Carlos, cuando yo lo conocí, era muy joven, muy majo y muy abierto. Con los años se ha vuelto muy huraño, muy raro y bastante irascible, pero entre nosotros seguimos teniendo el mismo buen rollo y conservamos la amistad, y de vez en cuando nos llamamos por teléfono. Yo sé de gente que le ha llamado y que, si no ha habido buena sintonía desde un principio, los ha mandado al carajo, tranquilamente. Hablé con él hace un mes, o así, y me dijo: "Me ha llamado un tío de no sé dónde y le he mandado a la mierda porque me llamó a las 9 de la mañana..." Se ha vuelto como todos, que nos volvemos raros con la edad. Además como está solo en su casa trabajando, no tiene a nadie alrededor generalmente, y eso hace que nos volvamos más raros todavía. 

A Carlos yo lo sigo apreciando muchísimo como persona. 

 

(La ruptura definitiva con TOUTAIN) 

Creo que mi salida de Selecciones fue tan traumática, que todo lo que se relacionaba con los cómics ya me producía un poco de rechazo. 

Toutain ya estaba muy enfermo en esa época, pero me echó sin ningún motivo coherente, simplemente me dijo que no estaba contento con mi trabajo, y me despidió sin indemnización ni nada. Yo intuyo que influyó el estado de salud, que le desequilibraba bastante. Pero lo más jodido del caso es que, un tiempo después, me ofreció volver a trabajar en el mismo puesto, con el mismo sueldo de 50.000 pesetas, pero sin Seguridad Social. Entonces yo le enseñé el contrato que acababa de firmar como productor con TV3, que era de 75.000 para empezar, y con Seguridad Social y le dije: "Lo siento, no me interesa". 

Eso sí, me llevé la sorpresa del siglo cuando fui a sacarme una Vida Laboral para acceder a la jubilación y vi que tenía, excepto dos años, toda mi vida cotizada. O sea que Toutain, que era muy cabrón para algunas cosas, conmigo se rascó el bolsillo y todas las veces que trabajé con él, me pagó la Seguridad Social.

(Continúa)

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