"El Holandés Errante" |
La entrevista tiene lugar en la buhardilla de su casa, reformada y acondicionada por el propio artista como taller de trabajo, con especial cuidado puesto en la colocación de los ventanales, para conseguir la mejor luz para pintar. A la buhardilla se accede por una escalerilla extensible de madera. Asombra y admira la agilidad con que nuestro artista sube y baja por ella, a sus 96 años de edad.
JUVENTUD
- Nací el 22 de Junio de 1923, en Espiñeiro, Teis [Municipio de Vigo].
- Mi padre también se llamaba Perfecto y era marinero. Mi madre, Basilisa, era pescantina [vendedora de pescado]. Ambos eran gente humilde. El que tenía un poco de capital era mi abuelo por parte de padre, porque anduviera navegando a Filipinas, cuando era colonia nuestra, e hicieron un capital.
Una pescantina |
- Mi madre era de Espiñeiro. Mi padre era del Berbés
[otro barrio de Vigo]. Se conocieron en el baile y se casaron. Tuvieron 6
hijos, de los que yo soy el mayor. En Teis mis padres vivían de alquiler y,
cuando yo tenía 4 años, se mudaron al Berbés [donde está el puerto pesquero], a
un piso que le quedó libre a mi abuelo y que les dejó sin cobrar nada, porque
él económicamente vivía bien. Se mudaron porque, cuando mi padre volvía de la
mar de noche, igual ya no había tranvías y tenía que volver a casa a pie.
- Mi padre era patrón pero nunca tuvo
barco propio, siempre trabajó para otros, y fue cambiando de barco. Salían a
pescar fuera de las Cíes. Por aquí por la ría faenaban cuando era la pesca de
la castañeta y el ollomol [besugo], y echaban un día en la mar y volvían a
tierra, pero cuando había bonito había que ir diez o doce días porque el bonito
es un pez muy volante, no es fijo como los otros. Cuando tenían la bodega llena
de bonito, volvían. La temporada era de marzo a julio o agosto.
- Los marineros de antes tenían por
costumbre andar solos, sin la mujer, y cuando venían de la mar ya no iban a
casa, iban directamente a la taberna, pero todos, al menos en el Berbés, y
después iban a cenar a casa.
- Mi padre trabajó en la pesca toda la vida, desde los 14 años hasta los 70 que murió.
- Yo quería ser marinero, pero él dijo que no, que para sustos ya le llegaban los que pasaba él.
- En este cuadro la red tiene forma de medio mundo y abajo tenía plomo para que al echarla al mar bajara al fondo. Se le echaba "engodo", una especie de pasta esmagada como cebo, para que los xurelos [jureles] y las xoubas [sardinas pequeñas] fueran a comer.
- Estudié primaria en la escuela de don Roberto Mediero, unos cuatro años o cinco, y a los 14 años, al acabar la primaria, y si tenías condiciones, te decía que podías ir al instituto. Llamó a mi padre y le dijo: "Su hijo tiene condiciones para estudiar una carrera". Yo en clase estaba siempre de número uno, número dos, no cuando entré, sino con el tiempo, porque en aquella época, si sacabas buenas notas o si sabías la mayoría de las preguntas del profesor, te ponían en las mesas de delante, porque antes se ponían por orden del que sabía más. - La escuela era de pago, en la pública estuvieron mis hermanos. Se pagaban 10 pesetas al mes. Sería el año 1931, porque empecé a los 8 años.
- No llegué a ir al instituto porque no había dinero y de aquella en el instituto tenías que pagar, y también los libros. Y si querías ir a la universidad, a Santiago, había que pagar también el alojamiento.
EDUCACIÓN ARTÍSTICA
- Lo que hice fue apuntarme en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo (que no había que pagar) porque a mí siempre me gustó el dibujo. Se puede decir que empecé a dibujar cuando tenía cuatro o cinco años porque me ponía en la ventana, que estaba muy alta, y daba de cara al mar, tenía muy buena vista, y cuando entraban los barcos que venían de la mar, sobre las cinco o cinco y media de la tarde, desde mi casa dibujaba los barcos. Marchaban la noche antes, sobre las 11 y en la madrugada lanzaban el aparejo. Había veces que salían a la mar pero el tiempo se ponía malo y tenían que volver para casa enseguida.
- Dibujaba primero con lápiz y papel. Yo tenía ilusión por dibujar. Al principio copiaba de los grandes artistas, como Emilio Freixas, Riera Rojas, Bocquet, pero después ya me solté.
- En ese interín vino a España un tebeo que se llamaba "El Aventurero", con unos dibujos fabulosos de "Flash Gordon" de Alex Raymond, que por cierto murió en un accidente de automóvil, probando un coche del dibujante de "Julieta Jones", Stan Drake. Yo al ver esos dibujos dije, "¡Coño!", porque tenían vida, y entonces copié, copié, hasta que me solté.
La afición por los cómics de nuestro artista en ciernes le llevó a empezar su propio tebeo de piratas, que, por desgracia, no llegó a terminar. |
- En la Escuela de Artes y Oficios entré en 1937 y estuve unos cuatro o cinco años. Entré con 13 años, pero como había que tener 14 para entrar, que es cuando se salía de primaria, yo dije que tenía 14 y entré. Como no te pedían el certificado de nacimiento...
- El profesor era Maximiliano Vidales Espinosa.
- Hice dibujo, pintura no hice porque no había dinero para los materiales, el lápiz sí, el lápiz lo llevabas tú y por eso no hice pintura.
- En la escuela te ponían una lámina para copiarla, unas láminas que venían de Francia.
- En la escuela me dieron un diploma de mérito pero no llegaron a dármelo a mí, me enteré que me lo habían dado cuando lo vi expuesto en una vitrina de la escuela, en un homenaje que nos hicieron a los alumnos veteranos el año pasado.
- Y después fue cuando se me ocurrió pintar. La pintura la aprendí yo luego por mi cuenta, compré libros de Sorolla y otros pintores y los analicé, los estudié, sin copiarlos, sobre todo los impresionistas franceses, como Monet, Manet, Gauguin, Toulouse Lautrec, y a españoles como Joaquín Sorolla, y gallegos como Fernando Álvarez de Sotomayor, Carlos Maside y Manuel Colmeiro.
- Yo volví a la escuela en 1946 o 47, a estudiar talla de marfil, cuando ya estaba trabajando en La Belga, porque un compañero mío de La Belga (el que pasaba al cristal los dibujos que yo hacía de las vidrieras) me enseñara un trabajo de orfebrería que hiciera él, y pensé que yo podía hacerlo mejor. Conseguí una bola de marfil, en un rastro que había cerca del Castro, hice una talla de Eva con la manzana, primero hice un dibujo, y una montura de plata, pero eso no era lo mío así que un amigo que trabajaba en Ramón Fernández me hizo la montura de plata y le puse un coral rojo haciendo de manzana. Total 4 x 5 centímetros.
- El profesor de orfebrería se llamaba Mareque.
- Había unas familias en Vigo, por ejemplo los Mirambell, una viuda muy rica, que donaban 500 pesetas a los artistas sobresalientes y yo una vez gané un premio de 50 pesetas por orfebrería, por la talla en marfil.
PRIMEROS OFICIOS
- Al año de entrar en la Escuela, empecé ya trabajar. Tendría unos 15 años. La Escuela empezaba a las 7 de la tarde, y había dos turnos, uno de 7 a 8, y otro de 8 a 9, así que por el día empiezo a trabajar en una imprenta pequeña. De aquella estábamos en la Guerra Civil y un señor montó una empresa de hacer sobres, porque antes todo venía de Barcelona y de Madrid. Tenía quince o veinte mujeres haciendo sobres, y yo estaba para los recados, a llevar los paquetes con la carretilla a facturar a la estación del tren. Ganaba una peseta a la semana. Cuando se la di a mi madre se echó a reír, "¿Pero sólo che deron unha peseta?" (¿Pero sólo te dieron una peseta?)
- El jefe, un tal Antonio Herrero, que era un lince para los negocios, era Falangista, y le dieron la concesión de hacer las insignias o emblemas de Auxilio Social, que tenías que llevar para poder entrar al cine o a los espectáculos, te la ponías en la solapa para que el portero te dejara pasar. Costaba creo unos 20 ó 25 céntimos y lo comprabas en el estanco. Cada semana era una distinta, y tenían dibujos diferentes: un castillo, una bandera española, una carabela, y esas cosas. El dinero que ser recaudaba era para Auxilio Social, el organismo que mantenía los comedores para pobres, la "cocina económica". Eso duró dos o tres años, hasta que desapareció. Con Franco todo eran imposiciones que hacía.
- En esa imprenta estuve un año más o menos, porque me pagaban poco y luego un señor que trabajaba en una compañía de seguros y que me conocía me dijo si quería ir para La Catalana y el Banco Vitalicio, y estuve allí para recados, unos tres años.
- De allí pasé a una cristalería y luego hice el servicio militar. Eché dos años en la Marina, entré con 20 años y salí con 22 (de 1943 a 1945) y cuando me licencié, volvía a la cristalería, que estaba al lado del muro de la estación, Cristalería Planeta, y fui a pedir plaza y el jefe me dijo que iban a cerrar en un par de meses y me mandó a la cristalería La Belga, donde necesitaban un decorador.
LA CRISTALERÍA LA BELGA
- El encargado era el Señor Primitivo, el fundador en 1914 fue don José Cameselle Rial. La Belga cerró en 1988, dos meses después de jubilarme yo (estuve 43 años allí, hasta que me jubilé a los 65, y el dueño ya había muerto). Como yo ya aprendiera algo de cristal en Planeta, pedí trabajo de segundo oficial. Me puso un mes a prueba.
- En el decorado estaba un señor madrileño con una cultura enorme, sabía de cuarenta mil cosas, Peláez, y me pusieron a sus órdenes. Peláez estuviera preso en Vigo porque él era republicano, en Madrid, a muchos los fusilaron pero a éste lo desterraron a Vigo por quince o veinte años y estaba allí de encargado. Él me desasnó con su cultura y luego ya fui yo comprando libros.
- Antes se hacían muchos rótulos de cristal: fondo negro y letras plateadas. Entonces quedara una plaza libre porque marchara para su tierra, para Irún, el que hacía las vidrieras, viniera contratado por unos años y después quiso volver a su tierra y don José me dijo, "Pucho" -- porque como ya había otros dos Perfectos allí, un empleado para diferenciarme me puso Pucho -- y me puso en su lugar, me hizo fijo, y me subió el sueldo a 10 pesetas a la semana. Más tarde me dio un duro aparte a la semana, sin figurar en la nómina. Después fue cuando vino una ley de Girón de Velasco, el Ministro de Trabajo de Franco, que un oficial de primera tenía que ganar 25 pesetas.
- En La Belga se hacían todo tipo de vidrieras, las había para escaparates de comercios, y vidrieras artísticas para los chalés de particulares. De las vidrieras religiosas había mucha demanda porque La Belga mandara mucha propaganda a las parroquias todas, y tenían que esperar cuatro o cinco meses, para una vidriera.
- En España sólo había tres casas que las hicieran y Don José fue quien fundó la primera cristalería en España.
- Al principio las lunas había que pedirlas a medida a Bilbao, luego ya venían enteras y se almacenaban aquí y se cortaban a medida.
- Yo las proyectaba y otro las pasaba a cristal bajo mi dirección. Hacía antes un boceto, a escala 1:10, y nunca me dijeron que no. Para las iglesias hacíamos santos pero para los chalets un hórreo, un barco, por eso La Belga decían que eran "religiosas y profanas". A veces me daban estampas para seguir y la decoración la hacía yo.
- Entre las que hice están las del Templo de los Carmelitas [en la calle López Mora, de Vigo]; Los Doce Apóstoles, en la Iglesia de Sabarís [en la Ramallosa]; y la llegada de Colón a América, en la Estación Marítima de Vigo.
- Las vidrieras del Templo de los Carmelitas se hicieron en 1957. Una de ellas es la Virgen del Carmen con los náufragos del mar, que se basa en la escultura que hay en el Templo del Mar de Panxón [Municipio de Nigrán]. Se consiguieron gracias al Padre Lorenzo, que era un fenómeno sacándole el dinero a la gente. De aquella, una vidriera como ésta valía 600.000 pesetas y a los 10 días me dice, "ya tenemos el dinero, ponme en marcha la segunda" y las hice correlativas. En el barrio de las Traviesas de Vigo se decía, "Pides más que el Padre Lorenzo". Luego en 1983 se hacen dos nuevas vidrieras para conmemorar las Bodas de Oro de los Carmelitas en Vigo.
- En la competencia, la Unión Cristalera, casi me doblaban el sueldo, pero yo seguí en La Belga.
- Me casé en 1950 con Señora Elvira y del Berbés ya nos vinimos a vivir al Calvario. La casa la heredó mi mujer de sus padres.
- Los cuadros los empecé a hacer yo por mi cuenta. Nunca quise hacer retratos por encargo, ni ningún otro tipo de tema a pedido. Ya estuve a las órdenes de otros cuando estuve en La Belga, para los cuadros los quise hacer a mi aire.
Y es así como, desde su jubilación, Perfecto pinta sus cuadros a su aire, sin obligaciones ni ataduras, para que se puedan admirar, e incluso comprar, en alguna de las exposiciones individuales que se llevan a cabo con regularidad.
"A moza das cereixas" |
"Lavando a sardiña" |
"Tahití" |
"Vellas devotas de San Francisco" |
Como broche final, una pintura muy característica del estilo de Perfecto Costas, ilustrando uno de sus propios poemas.
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