Carlos Giménez
Penguin Random House Grupo Editorial/Reservoir Books (Febrero 2025)
Álbum en tapa dura, 227 páginas en blanco & negro, 23'2 x 30'2 centímetros
(Lo primero de todo, tengo que pedir disculpas por la falta de calidad de las tres imágenes que acompañan esta reseña: la portada es un montaje de dos escaneos diferentes y las otras dos son fotografías hechas con un móvil.)
Después de la adaptación a novela de su saga Paracuellos, que Reino de Cordelia publicó en Septiembre de 2024, Carlos Giménez nos ofrece ahora una nueva prueba de su maestría como narrador literario, con una serie de textos completamente originales.
Se trata de 60 cuentos (o estampas, o narraciones breves, o como se les quiera llamar) que adaptan recuerdos del autor, o de sus amigos, relativos a diversas etapas de su vida. La publicidad de la contraportada proclama su relación con la saga Los profesionales, pero su ámbito temático es mucho más amplio.
Todos los cuentos llevan dos ilustraciones (un pequeño dibujo capitular y otro a toda página), para que podamos disfrutar de una ración completa del mejor Giménez.
Leyendo estos breves fragmentos de vida, estas instantáneas tan perfectamente captadas, lo primero que he pensado es: ¡qué maravilloso material para adaptar a la televisión en forma de cortometrajes! y no la basura de todo tipo que nos inunda hoy en día. A Giménez no le hace falta. Es el resto de mortales que no conocen su obra los que se lo están perdiendo.
Fiel a su costumbre, Giménez retrata a sus personajes reales con nombres ficticios. Confieso sin rubor que sólo he sido capaz de identificar el caso más obvio: "los seis de La Parra", que vivían en el chalé de La Parra, cerca de Barcelona, llamado Maracaibo, son claramente el Grupo de la Floresta; y el dibujante Chuxo ("un gallego muy locuaz") es Suso Peña.
En el cuento David y Goliat, Chuxo/Suso ("que además de gallego y de haber sido paracaidista, era bajito y con cara de niño"), le planta cara al matón del pueblo y lo deja fuera de combate con un par de golpes: "La cosa es dar tú primero. Si un enemigo superior en fuerza y tamaño te golpea primero, ya estás perdido. Hay que adelantarse a él."En la siguiente estampa, El cuartelillo o lo que sea, "los seis de La Parra" son citados en el cuartelillo de la Guardia Civil para dar cuentas de la reyerta antes comentada, pero salen indemnes gracias a que Suso sabe cómo defender su caso ante el sargento al mando: "Este hombre [el matón del pueblo] se creía que porque yo era bajito me iba a poder pegar impunemente. Esto despertó las simpatías del guardia civil, que también era bajito."En Pistoleros se nos cuenta cómo los dibujantes se sacaban fotografías vestidos de vaqueros para luego usarlas como referencia en sus dibujos, y cómo Suso era el que escenificaba las caídas más espectaculares.
Más anécdotas sobre Suso, contadas por Esteban Maroto, en la entrada del 29 de Febrero de 2024.



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